La empresa pública Tragsa planea despedir en Asturias a 62 trabajadores, de los que 19 son titulados superiores que los sindicatos vinculan en su mayoría a veterinarios que realizan las campañas de saneamiento ganadero y que forman parte de Tragsa a través de la división Tragsatec, que con 128 operarios en la región se dedica a tareas ganaderas y de ingeniería.
La compañía prepara en España el mayor ERE (expediente de regulación de empleo) de una entidad de titularidad pública, con la intención de despedir a 1.639 trabajadores, el 16,6 por ciento de su plantilla. La medida afecta de forma especial a Asturias, donde según los sindicatos, la empresa obtiene beneficios y donde podrían quedar sin trabajo 62 personas, de un total de 350 operarios.
Ramón Cañal, delegado de Tragsa en Asturias, justificó ayer el ERE, por las pérdidas registradas en España. Y aunque reconoce que en Asturias el balance final es positivo, pero existe un importante desfase en la financiación de la campaña de saneamiento, que se realiza por encomienda de la Administración Regional. "Las asignaciones han bajado cada año desde 2011. En 2013 contamos con 3,6 millones, 900.000 menos que el ejercicio anterior, en el que a su vez la aportación ya había bajado 700.00 euros", explica García Cañal.
En cambio, fuentes próximas al comité de empresa vinculan el alto porcentaje de despidos previstos en Asturias a un deseo de hacer una "limpieza de personal incómodo", en clara alusión a los veterinarios que tuvieron que ser readmitidos por el Principado en 2002. "Se trata de personal que conoce perfectamente sus derechos, al que no es posible adoctrinar", precisan fuentes sindicales. Estos veterinarios protagonizaron un sonado conflicto, que volvió a resurgir en 2005, con la convocatoria de unas oposiciones para proveer las plazas, que finalmente fueron anuladas por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias. En 2006, por primera vez, las tareas de saneamiento se coordinaron a través de la empresa.
Los profesionales esperan en tensión la resolución del conflicto. Nadie sabe si está en la lista, porque la empresa aún no ha comenzado a enviar las cartas de despido. Los sindicatos atribuyen la demora a la demanda planteada por los representantes de los trabajadores, que será vista el próximo día 13 de marzo en un juicio que tendrá lugar en la Audiencia Nacional y que contará con un acto previo de conciliación. El expediente de regulación de empleo (ERE) fue denunciado por los sindicatos el pasado mes de diciembre de forma colectiva en todo el país. "La empresa no se arriesga a despedir aún, porque cabe la posibilidad de que esos despidos sean posteriormente anulados", recalca David Medina, presidente del comité de empresa de Tragsatec. La plantilla de veterinarios dedicados a las campañas es de sesenta profesionales, a los que se suman más de una decena de técnicos. Los sindicatos consideran que dada la alta carga de trabajo que soportan durante el año, es imposible realizar los trabajos con menos personal.
"Nadie está mano sobre mano, reducir la plantilla conllevaría una importante merma en la calidad de los servicios que se prestan a los ganaderos asturianos", resalta un profesional que prefiere permanecer en el anonimato.
