El expresidente del Principado, Pedro de Silva, uno de los protagonistas de la Transición en Asturias, aconseja a las nuevas generaciones que construyan su propio sistema político a partir del establecido en 1977 y que no dediquen su tiempo a "combatir el pasado". "Si los jóvenes la emprenden con la Transición, están errando el camino", aconsejó De Silva ante un panorama agitado especialmente a raíz de los resultados de las pasadas elecciones europeas del 25 de mayo y de la abdicación del Rey.
El expresidente, colaborador diario de LA NUEVA ESPAÑA, cree que el revisionismo sobre la Transición, que tuvo lugar hace más de un tercio de siglo, "debería dejarse para los historiadores". "Los jóvenes, o no tan jóvenes, si consideran que el resultado de aquella transición está agotado, deberían aplicarse ahora a hacer la suya, y arriesgarse a sus propios aciertos y errores, sin desperdiciar sus energías combatiendo el pasado. No se trata de desandar la historia, sino de hacerla", afirmó.
De Silva reconoce que la Transición construida en España tras la muerte de Franco generó un sistema que envejece, "como todos", pero que las nuevas voces que irrumpen en la política no deberían destinar todas "sus energías intelectuales" a criticar "lo mal que lo hicieron en el pasado" porque "con eso se van a hacer mucho daño a ellos mismos".
"La Transición fue un pacto en el que claudicaron las dos partes. Por eso precisamente fue un pacto", recordó De Silva el pasado jueves durante la presentación del libro "España en el Diván. De la euforia a la desorientación, retrato de una década decisiva 2004-2014" del periodista catalán Enric Juliana, acto que se celebró en el Club Prensa Asturiana LA NUEVA ESPAÑA.
El expolítico, abogado y escritor resaltó los logros que alcanzó España después de la Transición. "Se ha conseguido un Estado de Bienestar en el país que quizá no llegue al punto del que hay en otros lugares, pero que tampoco tiene tanto que envidiar. España consiguió un sistema de libertades que no está nada mal", dijo durante el coloquio, en el que reconoció también que "el mal comportamiento de las élites políticas ha dado lugar a una repugnante situación de corrupción que ya está demasiado extendida". La abdicación del rey Juan Carlos, conocida el pasado lunes, ha dado lugar a un debate entre las fuerzas políticas sobre la conveniencia o no de seguir manteniendo el sistema monárquico en España, uno de los pilares que tuvieron un papel clave durante la Transición española.
