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ANA ROSA LINDE | Presidenta de la Asociación de Científicos Españoles en Japón

"Los científicos somos la verdadera 'marca España' y deberían protegernos"

"Falta financiación para la ciencia, no se potencia la eficacia y, además, un problema muy grande es la endogamia que existe en la Universidad"

Ana Rosa Linde, en Gijón. JUAN PLAZA

La bióloga allandesa Ana Rosa Linde es la presidenta de la recientemente creada Asociación de Científicos Españoles en Japón (ACE Japón). Fue en la ciudad de Tokio, en el mes de septiembre, cuando se constituyó esta asociación con el objetivo de agrupar y apoyar a los investigadores y científicos de las diferentes especialidades que trabajan o estudian en el país asiático. Además, uno de los retos que se propone la entidad es favorecer un vínculo productivo entre la comunidad científica española en Japón y el sistema español de ciencia.

-¿Cómo surge la creación de la asociación?

-Durante 2013 y 2014 se ha celebrado el año dual España-Japón con el que se conmemoraron los 400 años de relaciones entre ambos países. Por este motivo, hubo muchas visitas institucionales entre ambos países y la Embajada española en Japón se puso en contacto conmigo para comunicarme que les parecía una buena idea hacer una asociación de científicos españoles en Japón, porque estábamos un poco desperdigados. Decidí poner en marcha la propuesta y comencé a contactar con amistades. Conseguimos establecer una primera reunión para ponernos de acuerdo a finales de mayo y a partir de ahí empezamos a juntarnos y a debatir los estatutos. Fue un proceso muy bonito.

-¿Cuáles son los objetivos que tiene la asociación?

-Creamos la asociación para unirnos, apoyarnos y promocionarnos. Siempre ponemos énfasis en que no es lo mismo ir a Alemania, que es un país más próximo, que a Japón. Nosotros no dejamos de estar solos, lejos y de sentirnos desamparados y poco valorados. Además, nos encontramos con un idioma y una cultura muy diferentes. Por ello, uno de los principales objetivos es crear una guía manual para facilitar la vida cotidiana en Japón. Ya hicimos una recepción para 44 becarios del programa "Vulcanus" de la Unión Europea, de los que 11 eran españoles, para orientarles.

-Como presidenta, ¿qué quiere conseguir a través de la asociación?

-Es una organización de la sociedad civil a través de la que queremos intentar influir con nuestras opiniones como científicos en España y en Japón. Articularnos de alguna manera para organizar cosas. Ahora mismo, estamos creando una página web, ya contamos con perfiles en redes sociales y acudimos a actos en Japón en representación de la comunidad científica española. Al final, buscamos darnos una visibilidad y conseguir una capacidad de acción.

-¿Cuántos y qué tipo de científicos forman la asociación?

-Ahora somos 60, pero estamos en crecimiento. Tenemos científicos de todo tipo, del ámbito de las ciencias sociales y ciencias humanas, hay ingenieros, físicos nucleares, médicos, bioquímicos, estudiosos de Japón, gente relacionada con temas de cooperación internacional. Además, estamos muy unidos, porque no es lo mismo estar en países occidentales o más cerca de casa que en Japón, porque todos tenemos problemas comunes. Antes estábamos desperdigados y ahora estamos en contacto, muy organizados y con muchas ganas de hacer cosas.

-¿Entre los componentes también hay estudiantes?

-Sí, son una parte muy importante, porque ellos tienen unas necesidades muy especiales al estar estudiando en Japón y desde la asociación queremos facilitarles esas necesidades.

-¿Por qué Japón?

-Japón es la tercera potencia mundial, tiene una cultura sofisticadísima y además cuenta con institutos científicos punteros. En nuestra asociación tenemos gente que siempre había soñado con trabajar en este país. Hay un chico matemático que está haciendo la tesis y desde pequeño quería venir a Japón. Además, en Japón es donde se están haciendo las cosas, es un país puntero tecnológicamente.

-¿Qué diferencia existe en el trabajo como investigador en Japón frente a otros países?

-Tienes el idioma, las costumbres, todo el sistema es diferente, los códigos culturales también son distintos y se pueden malinterpretar. Pero también tiene sus ventajas, porque Japón es un lugar muy seguro.

-Existen asociaciones de científicos españoles en otros países, ¿mantienen relación?

-Somos unas cinco y tenemos un contacto bien cercano, cada una somos independientes, pero sí que estamos en contacto y hemos establecido una red muy bonita y eficaz para apoyarnos y ayudarnos.

-A su juicio, ¿a qué se debe que haya tantos investigadores españoles en el extranjero?

-Hay muchos investigadores españoles por el mundo por dos motivos: porque estamos bien preparados, un ejemplo ha sido el programa "Vulcanus", en el que de 44 becarios que fueron a Japón 11 eran españoles, lo que es un reflejo de que estamos bien preparados, y después, lo de siempre, que cada vez hay menos posibilidades en España. Falta financiación y hay un problema muy grande de endogamia en la Universidad. Los que son más jóvenes que yo se encuentran un panorama un poco diferente, pero en mi caso después de trabajar por el mundo no se me facilitó para nada la incorporación en España. Hoy en día, no hay posibilidades, no hay oportunidades de trabajo.

-¿No hay opciones para los científicos en España?

-Siempre hubo dificultades, no es ahora sólo, el sistema siempre fue un poco corrupto, no era muy abierto ni transparente el cómo se contrataba a la gente y ahora ya ni siquiera hay contrataciones, no hay financiación y no se potencia la eficacia. Hay múltiples factores y quizá la que más influya ahora sea la situación económica.

-La situación económica ha influido en la reducción de las inversiones en ciencia, ¿cómo puede afectar al futuro?

-Pues en lo que está pasando, que es una fuga de cerebros. En nuestro discurso inaugural le dijimos a la secretaria de Estado de Investigación, Carmen Vela, que nosotros éramos la verdadera "marca España", que tanto repiten. Nosotros somos los que estamos representando el país al más alto nivel y lo que deberían hacer es protegernos y cuidarnos. España no es un país que vende chorizos y jamones, es un país que tiene científicos y personas altamente preparadas por todo el mundo.

-¿Ve posible la vuelta a casa?

-Yo personalmente no lo veo. Hay gente de la asociación que se lo plantea, pero si algo se debería potenciar es que se faciliten los vínculos profesionales y científicos con España. No pedimos que se facilite la vuelta, que sería estupendo, tan sólo la colaboración científica con España y de esta manera se beneficia tanto el país como los investigadores. Esto es algo muy importante en lo que debemos trabajar y con la creación de esta asociación lo que queremos reflejar es que los científicos queremos mantener un vínculo, una relación con nuestro país de manera productiva.

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