El Consejo de Gobierno ha ratificado hoy las dos multas de 7.513 euros cada una y la retirada de la licencia de caza e inhabilitación para obtenerla durante un plazo de diez años impuesta a dos cazadores por practicar la actividad cinegética cerca de núcleos de viviendas en Corvera y en Riosa.

En el primer caso los hechos ocurrieron el 23 de octubre de 2014 en Cancienes donde la Guardia Civil sorprendió a J.M.P.C. practicando la caza menor en un lugar donde está expresamente prohibido por ser considerado zona de seguridad.

En concreto, el cazador, que se hallaba a 50 metros de una vivienda mientras que el resto de inmuebles estaban en un radio de 200 metros, tenía el arma preparada y la descargó, tras percatarse de la presencia de los agentes y caminar en dirección opuesta.

La segunda denuncia fue presentada el 11 de diciembre de 2014 contra G.F.S., que portaba una escopeta cargada con dos cartuchos por cazar en las inmediaciones de Villameri (Riosa), en un camino de uso público, a 80 metros de la última edificación del pueblo.

La Ley de Caza del Principado señala que la zona de seguridad donde no se puede cazar comprende un área de 200 metros en el caso de que se trate de un núcleo compuesto por varias edificaciones habitables o 100 metros si es una única vivienda.