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La innovación llega al IDEPA

La hasta ahora directora del CEEI, Eva Pando, toma las riendas del Instituto de Desarrollo Económico, convertido en los últimos años en un mero gestor de ayudas

Eva Pando. MIKI LÓPEZ

La primera experiencia laboral de Eva Pando Iglesias (Moreda, 1971) fue, como no podía ser de otra forma, en una "start up" (una empresa de pocos recursos pero con un gran potencia) del sector sanitario. Recién licenciada en Ingeniería Industrial por la Universidad de Oviedo se incorporó a una compañía de La Felguera que realizaba prótesis médicas para la columna vertebral. Eran mediados de los noventa y el proyecto no tuvo demasiado recorrido. Acabó cerrando. Pero fue un primer contacto con un sector, el biosanitario, que años después la allerana se encargó de impulsar desde el Centro Europeo de Empresas e Innovación (CEEI), que ha dirigido durante la última década. Ahora, la empresa de Pando será mucho mayor, aunque sólo tenga que cruzar la calle. El nuevo consejero de Empleo e Industria, Francisco Blanco, le ha encomendado que lleve el mando del Instituto de Desarrollo Económico del Principado (IDEPA). Un organismo público que en los últimos tiempos había funcionado casi como una ventanilla donde ir a buscar subvenciones y donde cabe pensar, sostienen fuentes empresariales, que Pando continuará con el trabajo de impulsar sectores emergentes que ha venido aplicando en el CEEI.

Pando conoce bien la casa por dentro. En 1997 comenzó a trabajar en la Sociedad Regional de Promoción (SRP) analizando proyectos y evaluando las posibilidades que tenían de recibir financiación. En enero de 2005 comenzó su andadura en el CEEI, el hermano pequeño del IDEPA, de la mano del por aquel entonces director del Instituto de Desarrollo, Víctor González Marroquín. Él fue quien le dio la alternativa en un cargo de responsabilidad. Ahora será ella quien ocupe ese puesto tomando el relevo de Carlos García Morilla.

Pando buscará, con toda probabilidad, replicar el modelo de éxito del CEEI en un campo de pruebas más amplio y dará aire a un organismo público cuyo objetivo, según figura en su propia web, es el de orientarse hacia los empresarios, "especialmente los de carácter innovador".

El biosanitario y el del videojuego fueron dos de sus prioridades del frente del CEEI. Para el primero logró habilitar un buen puñado de despachos en el propio edificio del centro de empresas, gracias a una subvención del extinto Ministerio de Innovación que comandaba Cristina Garmendia. Fue un éxito. Todas las oficinas se llenaron enseguida y lo que parecía un sector inerte prosperó con fuerza. Allí encontraron acomodo alguna "spin off" de la Universidad de Oviedo y varios emprendedores con pocos recursos pero con grandes ideas.

El del videojuego es otro de los sectores por los que Eva Pando ha tirado también con bastante fuerza. Tanto que hace sólo unas semanas se presentó la primera patronal regional de este incipiente mercado, Uneva. Aún muy "indie", es decir, con estudios de pequeño tamaño, que tienen un gran potencial.

Pero en los últimos años, cuando la crisis más arreciaba Eva Pando convirtió al CEEI en el abrigo para la multitud de emprendedores que se lanzaban a la aventura de crear un negocio propio, ante la imposibilidad de conseguir uno por la vía privada. Una de las obsesiones de Pando fue la de crear un espacio para que los futuros empresarios trabajaran de forma conjunta, y donde poner en contacto a potenciales inversores con emprendedores. O sea, juntar a los que tienen el dinero, un bien escaso durante esta gran recesión, y los que tienen las ideas. Así, comenzó organizando encuentros con Bussines Angels, plataformas de "crowdfunding", y hace sólo unas semanas organizó un gigantesco encuentro entre inversores y emprendedores en el Palacio de Congresos de Oviedo.

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