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PP y Podemos quieren forzar al PSOE a que debata el Presupuesto antes de las generales

El Gobierno se enfrenta a un posible aluvión de enmiendas parciales que hagan irreconocible su proyecto de cuentas

La compleja situación de mayorías y minorías en la Junta General del Principado hace que cada trámite, aunque sea menor, se convierta en un forcejeo. Es lo que ocurre con el Presupuesto regional del año que viene, que se plantea en un momento político delicado (en la precampaña y campaña electoral) y con un Gobierno con un respaldo exiguo, de sólo 14 de los 45 diputados.

El primer "round" de esta batalla ocurrirá hoy en la Junta de Portavoces, donde se discutirá el cronograma para tramitar las cuentas del año que viene. En principio, el PSOE, IU y Ciudadanos estarían de acuerdo en dejar el debate presupuestario para después de las elecciones del 20 de diciembre: la tramitación previa y las comparecencias sobre el Presupuesto se celebrarían durante el mes de noviembre y los primeros cuatro días de diciembre, y después habría un "parón" en el debate presupuestario, durante la campaña electoral, hasta el día 23 de diciembre, cuando se celebraría el pleno de discusión de las enmiendas de totalidad.

Podemos ya anunció el pasado viernes que no está de acuerdo: quiere que el Presupuesto se debata y se apruebe antes del 20 de diciembre, para que los ciudadanos vayan a las urnas con todos los partidos retratados en las cuentas regionales. El PP, por su parte, no es que aspire a que el Presupuesto se apruebe antes de las elecciones. Su postura contraria al cronograma planteado por el PSOE se basa en que considera que es absurdo que las elecciones "cambien el paso" de la tramitación, y arrinconen el debate presupuestario, "quizá el más relevante del año, junto al del Estado de la región", al día anterior a Nochebuena. Los populares no quieren que el Presupuesto se tramite en la Junta "como el Guadiana, apareciendo y desapareciendo".

De forma que la junta de portavoces prevista para hoy, que tiene como primer punto del orden del día este calendario, servirá para medir fuerzas, y no se descarta que se tumbe la propuesta de los socialistas, si se presenta otro cronograma que recabe un apoyo mayoritario, aunque "queda poco tiempo" para cumplir las expectativas de Podemos y aprobar el Presupuesto antes del 20-D.

Tras esta batalla, quedan muchas otras antes de que las cuentas del año que viene lleguen a la orilla, y den lugar a un nuevo Presupuesto o a una prórroga del actual.

La principal estará en las enmiendas parciales, en el caso de que la propuesta presupuestaria del Gobierno llegue viva a este punto de la tramitación. Para ello, tienen que no haberse presentado enmiendas a la totalidad, o bien no haber salido adelante las que se presenten. Podemos no es partidario de presentar una enmienda a la totalidad, que podría salir adelante con el apoyo del PP. De esta forma, los populares podrían intentar la prórroga presupuestaria, manteniendo otro año las previsiones de este ejercicio, que fueron pactadas con ellos. Descartada esta eventualidad, muy improbable, parece inevitable que el PP sí presente una enmienda, que en ningún caso podría obtener el voto de la formación morada, sobre todo por la propuesta fiscal. Se llegaría así a una fase más delicada, la de las enmiendas parciales, que sólo pueden actuar sobre los gastos, no sobre los ingresos, pero que pueden hacer modificaciones sustanciales en el proyecto presupuestario, de forma que quede irreconocible para el que lo impulsó, el propio Gobierno. "Se podría dar el caso de que se hagan tantos cambios que el propio Grupo Socialista decida votar en contra de su propio proyecto", especulan algunos parlamentarios. Sólo "una negociación en serio" podría evitar este escenario, señalan otros.

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