La Consejería de Educación convocó ayer a los más de seis mil alumnos que están a punto de terminar el sexto curso de Primaria a la "reválida" de fin de etapa a la que obliga la Lomce, pero cobra fuerza el llamamiento de distintos sectores de la comunidad educativa asturiana para que el día previsto, el 15 de junio, los niños no acudan a los centros docentes y "pasen" de la prueba.

En la asamblea celebrada ayer en Gijón por las siglas que componen el Movimiento Social por la Escuela Pública, entre ellas la Federación de Asociaciones de Padres de centros públicos FAPAS Xixón, se planteó abiertamente esa posición absentista. Educación no quiere convertir al Principado en comunidad insumisa, pero tampoco puede obligar a los alumnos a acudir a la cita.

El anuncio del consejero de Educación, Genaro Alonso, al final de la reunión del Consejo de Gobierno de ayer, pilló de sorpresa a la comunidad educativa asturiana. El 15 de junio habrá, pues, "examen", que en todo caso no afectará al expediente de cada alumno y servirá para diagnosticar la buena o mala salud de cada centro escolar.

No hay fecha buena para llevar a cabo esa llamada reválida de fin de Primaria, a la que la Lomce aboca. Se celebrará en una sola jornada, pero la convocatoria va a generar obligados cambios de planes en docentes y en colegios, en una época en la que las evaluaciones ya están finalizadas y hasta final de curso, unos días más tarde, se realizan actividades extraescolares e incluso viajes de estudio.

Campaña informativa

El sindicato docente Suatea aboga por "celebrar charlas informativas con las familias" para dejar claro que "no hay consecuencias" por la ausencia de los alumnos. "Tienen que ser las familias las que decidan", matizó una portavoz de dicho sindicato. De hecho, la referida asamblea del Movimiento Social por la Escuela Pública aprobó ayer una campaña por los colegios para informar a padres y madres.

Asturias decidió programar y celebrar la "reválida" a los niños de 12 años que terminan la Primaria. La determinación de huir de todo atisbo de insumisión respecto a la Lomce la lleva a rajatabla la Administración educativa del Principado que, en este sentido, se desmarca de las siete comunidades autónomas que ya han anunciado que no celebrarán la prueba. Son Cataluña, el País Vasco, Navarra, Aragón, Castilla la Mancha, Extremadura y Canarias. La Asturias de Javier Fernández y la Andalucía de Rosa Pérez, sí las llevarán a cabo, convenientemente minimizadas, dicen sus gestores educativos.

El consejero Genaro Alonso acusó ayer al Ejecutivo central en funciones de "despreciar" a las comunidades pero acepta a regañadientes las reglas de juego impuestas desde Madrid. Esas reglas marcan, entre otras cosas, que la prueba de fin de Primaria se tiene que realizar dentro del periodo lectivo, es decir, en esos 175 días que marca la ley.

Los contenidos de la prueba, que en modo alguno condiciona el pase del alumno a la ESO, los prevé el Ministerio, que elaboró un modelo para las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y que va a ser asumido por el Principado de Asturias "aunque adaptado mínimamente", señaló el titular de Educación.

En Asturias hay unos 300 colegios que impartan la Primaria, de los que aproximadamente 240 son de titularidad pública y medio centenar son privados pero sostenidos con fondos públicos. La "reválida" de sexto de Primaria tiene que realizarse en todos los colegios, también en los privados no concertados.

El consejero Alonso se felicitó de que el Ministerio de Educación haya al menos entrado en razón y renuncie a la publicación de los rankings de resultados: "no hay que comparar realidades tan distintas, porque eso es perjuicio de muchos y beneficio de pocos".