"El cabrales podría dejar de ser un queso asturiano para ser un queso sin territorio, producido donde más interesara, por ejemplo en California. Ése es el peligro del Acuerdo Transatlántico de Comercio, más conocido como TTIP". La diputada autonómica Paula Valero Sáez (Podemos), maestra quesera para más señas, lanzó ayer este mensaje de alarma y pidió cuentas a los gobiernos socialista de Asturias y al popular de Mariano Rajoy de por qué no hay ninguna denominación de origen protegida (DOP) asturiana en la lista cerrada, con 25, que España ha remitido a Bruselas para darles garantías de cara a la negociación con EE UU.
Valero y su partido han hecho del TTIP uno de sus caballos de batalla desde su entrada en la Junta General del Principado, donde ya llamó la atención meses atrás con una botella de sidra asturiana al más genuino estilo americano.
Se quejó Valero de que en esa lista, filtrada por Greenpeace, había otros quesos españoles como el manchego, el idiazábal, el mahón o el de tetilla, pero ni el cabrales, nombrado mejor queso del mundo en 2014, ni el gamonéu. La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez González, acusó al grupo parlamentario morado de generar alarma. "No maneje espantajos para asustar a la gente", reprochó Álvarez a la maestra quesera y diputada. La Consejera reclamó para los productos norteamericanos la exigencia de los mismos estándares en materia de derechos laborales, seguridad animal e higiene alimentaria vigentes en Europa. "Hacen falta garantías para poder seguir exportando", sostuvo la Consejera, que precisó que Asturias tiene un papel muy secundario en la negociación del Tratado de Libre Comercio "que corresponde a los estados". Pero de la lista de marras, ni palabra. Veremos.
