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Una cajetilla que quite las ganas de fumar

La jurista asturiana Alejandra Boto cree que se avanza hacia el empaquetado genérico de tabaco, con envoltorio monocolor y sin elementos figurativos

Una cajetilla que quite las ganas de fumar

Otra guerra del tabaco se barrunta en el horizonte europeo. La reciente sentencia del Tribunal Constitucional de Francia en favor de una regulación más estricta del empaquetado de las cajetillas y los cartones de tabaco abre nuevas posibilidades para cercar al producto.

La batalla jurídica fue analizada por la doctora en Derecho Alejandra Boto Álvarez (Oviedo, 1978) en un estudio que acaba de recibir el premio a la mejor comunicación en el XXV Congreso Derecho y Salud, organizado en Madrid por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria.

-¿Por qué es tan importancia la decisión del Constitucional francés?

-Primero porque se trata de un país de la Unión Europea. El Derecho francés es muy parecido al nuestro, sobre todo en lo relacionado con la carta de derechos y a cuestiones relacionadas con la propiedad y la empresa.

El estudio de Alejandra Boto se titula "La validez jurídica del empaquetado genérico del tabaco como medida de salud pública". En otras palabras, hasta dónde se puede regular ese empaquetado quitándole todo atractivo visual.

-¿Qué se permitiría incluir en cada cajetilla?

-Por supuesto, la marca, que es un elemento que no le puedes privar al propietario, pero con una tipografía, color y tamaño mucho menos singularizados que hasta ahora. Se añadiría también la composición y las advertencias sanitarias.

Cajetillas monocolores y que no tendrían elementos identificativos de la marca más allá del nombre. Por ejemplo, Camel debería retirar del producto su popular camello.

La normativa antitabaco lleva dos décadas marcando pautas que, sin embargo, no han acabado con el negocio de las multinacionales tabaqueras. Las advertencias sanitarias drásticas en forma de mensajes ("El tabaco mata") o imágenes en las que se muestran los estragos del tabaco han tenido éxitos tan sólo relativos. "Los estudios demuestran que las tasas de fumadores se mantienen bastante estables. La pregunta es si esas tasas habrían aumentado en caso de que no hubiera advertencias en las cajetillas", dice Boto.

Producto legal que mata

La Unión Europea ya planteó en su día la posibilidad de obligar el empaquetado neutro (sin colorines ni figuras llamativas). "Se descartó porque se estimó que aún no era el momento". La decisión del Constitucional francés reaviva una vieja aspiración que asusta mucho a las tabaqueras.

Frente a estos intentos hay quien se pone en guardia ante lo que considera una excesiva regulación que puede lesionar intereses comerciales. El tabaco, efectivamente, mata, pero es un producto legal fabricado por empresas legales.

Son muchos los países que se han planteado el empaquetado genérico. En Australia, su estamento jurídico también se decantó en la misma línea que el de Francia: obligar al empaquetado neutro no genera derecho de indemnización. "El debate no es prohibir el uso de la marca, que eso sí tendrá carácter expropiatorio, sino regular más las condiciones de comercialización de un producto que no sólo es nocivo para quien lo consume, sino para los que están a su lado, los fumadores pasivos", explica la jurista, miembro de un equipo de estudio universitario dirigido por el catedrático Leopoldo Tolivar y que estudia cuestiones jurídicas relacionadas con la salud pública.

Alejandra Boto supone que en el futuro las cajetillas sí tendrán empaquetado neutro, "sobre todo, pensando en un sector de población, los más jóvenes. Son edades más influenciables que pueden sentirse atraídas por lo llamativo del envoltorio".

Irlanda trabaja en la regulación, lo mismo que Bélgica. El caso de Francia es interesante porque su normativa permite al Constitucional emitir opinión antes de la posible aprobación de una ley. "Y lo hace casi de forma inmediata". En su día el Tribunal Constitucional español también hablará al respecto, pero ahora otros países del entorno han dado pistas.

"El empaquetado genérico del tabaco es una herramienta que se puede utilizar o no; es una cuestión política, pero lo que está claro es que sería una medida que no genera costes", explica Alejandra Boto. Enfrente está uno de los lobbys más poderosos del mundo, cuyos beneficios están condicionados a que la gente siga fumando.

-¿Se pueden pedir indemnizaciones a la industria tabaquera cuando el hábito genera una enfermedad grave?

-Ocurre en los Estados Unidos, país con cultura jurídica distinta, pero en España cualquier juez entiende que esto es un riesgo asumido por el fumador.

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