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Plaga de roedores en el módulo seis, la cocina y los economatos de la cárcel

Delegados del comité de seguridad y salud laboral plantean el problema en su última reunión, y la dirección responde que "se está trabajando"

Se acumulan los problemas en la cárcel de Asturias. A los problemas de las unidades terapéuticas y educativas, a los incidentes violentos y sobredosis, a las quejas por la circulación de sustancias estupefacientes, se une ahora una plaga de roedores que afecta a uno de los módulos de respeto, el número seis, pero también a unas áreas tan delicadas como la cocina y los economatos de la prisión. El asunto ha llegado a tal punto que se trató en la última reunión del comité de seguridad y salud laboral, donde fue planteado por CC OO, el pasado 26 de noviembre.

Los sindicalistas denunciaron "la plaga de roedores que pululan por el centro, haciendo especial hincapié en la cocina y los economatos". En la citada reunión, la dirección y el subdirector médico indicaron que "se estaba trabajando con la empresa contratada para la solución del problema". Se trata de una empresa de desratización. Los problemas de presencia de roedores continúan a día de hoy, según fuentes internas del centro penitenciario.

La presencia de ratones afecta sobre todo al módulo seis, donde los presos tienen un acuerdo con los funcionarios, por los que aquellos se hacen cargo de la limpieza y se comprometen a mantener un ambiente donde se mantengan las adecuadas condiciones de higiene. Un funcionario del centro penitenciario indicó que, la presencia de ratones en la cocina y los economatos es algo que viene de lejos. "Es la zona donde hay más desperdicios orgánicos, donde hay comida almacenada, por lo que es hasta cierto punto normal que atraiga a los roedores", indica.

La salubridad en la prisión está además en entredicho por las obras que se vienen realizando en los últimos meses. Por ejemplo, actualmente, las presas del módulo diez han sido instaladas en el módulo cinco, para que en el suyo puedan realizarse obras de instalación de detectores de humos. Estos trabajos ya han afectado a los módulos de las unidades de tratamiento, lo que ha facilitado la mezcla de reclusos que no desean dejar el consumo de drogas con los que sí están comprometidos con una nueva vida alejada de los estupefacientes.

No son los únicos problemas que se plantean en el centro penitenciario, a la vista del acta de la reunión del comité de seguridad y salud laboral. El servicio de prevención y la propia dirección admitieron que la situación de la depuradora suponía un riesgo para la seguridad de los trabajadores, a la vista de un informe de la empresa de mantenimiento.

En la reunión también se planteó la necesidad de retirar a los trabajadores de más edad de los puestos más conflictivos de interior, así como la necesidad de incrementar la plantilla ante el aumento de las bajas vegetativas y el envejecimiento. Por parte de CC OO se insistió en la necesidad de aprobar un plan de agresiones para Prisiones. Y es que los funcionarios penitenciarios son los únicos de la Administración del Estado que no están incluidos en el Plan de Agresiones, cuando son los que mayor riesgo tienen.

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