El eje del acuerdo político que evita otro año con prorroga presupuestaria en la Administración asturiana es una reforma del impuesto de sucesiones que rebajará moderadamente la presión del tributo desde enero y el compromiso de ampliar tales cambios mediante una ley que no tiene plazo de aprobación, pero que debe entrar en vigor durante 2017.

La fiscalidad sobre los herederos, centro de las divergencias tributarias entre autonomías, sitúa en la actualidad a los asturianos gravados por el impuesto (4.200 de media al año) entre los españoles que soportan mayor carga, circunstancia que en estos años ha motivado acciones de protesta ciudadana (una plataforma recogió en unos meses 90.000 firmas contra el gravamen).

¿Qué cambiará en sucesiones y con qué efectos? La reforma eliminará la vigente bonificación de la cuota tributaria que libera de pagar a los herederos más directos (hijos, cónyuges, padres o nietos) cuando la base imponible (el valor neto de la herencia, una vez descontadas las deudas) es igual o inferior a 150.000 euros y la sustituye por una reducción en esa base imponible de 200.000 euros, según la propuesta que el PSOE llevó a su proyecto de Presupuestos. El primer efecto favorable al contribuyente es que si antes no pagaban los que heredaban 150.000 o menos (el 96,6% del total con los citados grados de parentesco), ahora también quedan exentos quienes lleguen hasta 200.000. Presumiblemente, este listón llegará hasta los 300.000 euros cuando se apruebe otra reforma asumida por el PSOE a instancias del PP.

Otro efecto benéfico es la corrección del llamado "error de salto". Con el sistema vigente (bonificación de la cuota tributaria), se puede dar esta situación: un hijo que hereda 150.000 euros no tributa, pero otro que recibe 151.000 paga 18.000. Ese problema de equidad se resuelve al reemplazar el mecanismo de bonificación por otro que consiste en reducir la cantidad exenta de tributar de la base imponible y para todos los herederos más directos.

El Principado ha dicho que el ahorro en la cuota tributaria será de 28.000 euros por contribuyente. Ahora bien, la reforma lleva unida una nueva tarifa que, para preservar la progresividad del impuesto, reduce y hasta puede eliminar el ahorro para los contribuyentes con herencias mayores. De ahí que la recaudación esperada por el Principado aún supere los 125 millones (diez menos que en 2015) una vez descontado el impacto de la regla de los 200.000 euros y sin contar la futura de los 300.000.