Un tremendo vendaval quitó ayer el sueño a Taramundi. El pueblo de Fabal, a 339 metros de altitud, registró a las tres de la madrugada la segunda mayor racha de viento de España: 127 kilómetros por hora. "Estuvo toda la noche soplando sin parar", afirmaron los vecinos de la zona, que apenas pudieron pegar ojo. "Somos muy dormilones, pero fue imposible no despertar", dijeron Hortensia Legaspi y José Luis Prieto, que viven a escasos metros del medidor de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que ayer casi salta por los aires. El causante: el paso de sucesivas borrascas atlánticas, que también dejaron en toda la costa occidental fuerte oleaje, sobre todo a última hora de la tarde. El temporal, que de momento no mostró su cara más feroz, continuará hoy. De hecho, Asturias estará en alerta naranja (riesgo importante) por viento y fenómenos costeros.

César López, con casa y ganado en Fabal aunque residente en Vegadeo, fue previsor. Después del gran vendaval de la noche, decidió arreglar el tejado de una pequeña cuadra. "Ya me lo llevó el viento otras veces, así que vine a sujetarlo. Esta vez las ráfagas sólo partieron árboles", contó López, a pie de su explotación. Si él lo paso mal durante la noche, su mujer más todavía. "Trabaja en la residencia de ancianos de Taramundi y me dijo que había pasado un miedo terrible. Ya se ponía en lo peor: estar sola y tener que reparar ventanas", comentó. Muy pocos consiguieron dormir toda la noche del tirón. "Estuve por lo menos tres horas despierto. Todo el rato oía el 'uuu...' del viento. Además, la calle donde vivimos se nota mucho; lo llamamos el túnel del tiempo", aseguró Ignacio Andina. Por su parte, Carmen Santa Marina lo primero que hizo fue "mirar si la cama elástica de los críos había marchado volando". "Por suerte, no se movió", apuntó con gracia.

Y lo cierto es que salvo ramas y macetas en el suelo pocos daños hubo. El vendaval se notó por la noche y por la mañana, pero fue casi inexistente durante la tarde. A última hora, la veleta de la estación de Fabal se animó un poco más. El matrimonio formado por Hortensia Legaspi y José Luis Prieto no recuerda un temporal tan duro como el de ayer este invierno. Aunque sin duda no fue el peor de su vida. "Los hubo mayores. Aquí es una zona que sopla siempre bien porque estamos muy desprotegidos", apuntó Legaspi.

Además de en Taramundi, el temporal también se notó en forma de viento en Cabrales, donde se llegaron a alcanzar los 113 kilómetros por hora. Le siguieron Ibias (93 kilómetros por hora), Amieva (88) y el puerto de Leitariegos (83). La velocidad máxima constante registrada en Fabal fue de 78. Las precipitaciones sin embargo no fueron importantes: las mayores cayeron en San Antolín de Ibias, donde se acumularon 19 litros por metro cuadrado.

Hoy el vendaval y el oleaje se recrudecerán con alerta naranja en la región. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé que las ráfagas de viento lleguen a lo largo de la jornada a los 120 kilómetros por hora en la cordillera, el suroccidente y el centro de la región. En los puntos más elevados puede llegar a los 140 kilómetros por hora. El Servicio de Emergencias del Principado (SEPA) ha hecho una serie de recomendaciones y ha solicitado extremar las medidas de precaución. Según la Aemet, la situación se suavizará de cara a mañana, ya que la alerta por vientos será de nivel amarillo, con una previsión máxima de rachas de hasta 100 kilómetros por hora, aunque el litoral seguirá en aviso naranja por vientos del oeste.