La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los salmones grandes deberán volver al río vivos durante un mes

La polémica del cormorán agita los cotos en el inicio de la temporada de pesca, que reduce a seis el cupo de truchas

Los salmones grandes deberán volver al río vivos durante un mes

Vuelven las cañas al río. La temporada de pesca sin muerte del salmón empieza este domingo agitada por la polémica del cormorán, que enfrenta a pescadores y ecologistas asturianos. Los deportistas piden a la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales la eliminación de la mitad de la población de las aves acuáticas, ya que, dicen, "aniquilan" tanto al salmón como a la trucha. Las sociedades esperan un discreto inicio de campaña, que repuntará con la pesca con muerte, prevista para el domingo 16 de abril. De este modo, el tradicional "Campanu" se adelantará una semana con respecto a años anteriores. Otra de las novedades estrella es la obligación de devolver vivos al agua los salmones de gran tamaño en un intento de recuperar su población.

La especie atraviesa un momento "crítico" en Asturias, como reconocen los propios pescadores. El plan de gestión para este año de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales contempla esta medida del 16 de junio al 15 de julio, es decir, el último mes de pesca con muerte. En concreto, el Principado exige devolver al río los ejemplares que superen los 75 centímetros de tamaño para salvar la temporada de desove. Para ello, indica la resolución, "tendrán que ser previamente desanzuelados con el máximo cuidado para no dañarlos". La talla mínima de captura es de 45 centímetros.

Esta decisión es acogida con recelo por los pescadores. "Todo lo que vaya en la línea de proteger al salmón lo apoyamos. Pero no es una medida significativa. Hubo algo parecido hace años y se acabó quintando", comenta Enrique Berrocal, presidente de la sociedad "La Mestas del Narcea". Por su parte, Antón Caldevilla, al frente de la asociación "El Esmerillón" del Sella, asegura que "lo que dan por un lado, lo quitan por otro". Un ejemplo es que el plan de gestión para esta temporada reduce el cupo de trucha y reo a seis ejemplares por pescador y día cuando en 2016 y en años anteriores fue de ocho. Sin embargo, el del salmón se mantiene en uno por día y en un máximo de cuatro para la temporada. "El salmón siempre es una incógnita, pero truchas hay seguro menos que otros años", asegura Caldevilla, que relaciona este descenso con el cormorán.

Pescadores y ecologistas han emprendido una guerra de firmas en Internet sobre el ave acuática. La batalla se libra en change.org aunque también ha saltado al papel. Ocho sociedades de pescadores (Las Mestas del Narcea, El Marabayu, la Real Asociación Asturiana de Pesca Fluvial, El Banzao, Fuentes del Narcea, La Socala, Amigos del Nalón y El Esmerillón) piden a la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales eliminar la mitad de la población e incluso ofrecen su colaboración a la guardería. Por su parte, los grupos ambientales aseguran que "las matanzas de cormoranes no sirven para recuperar los salmónidos ni consiguen reducir la densidad de estas aves".

El plan de gestión fija la pesca sin muerte del salmón desde este domingo al tercer sábado de abril (día 15), y del 16 al 31 de julio. Entremedias está la pesca con muerte, del 16 de abril al 15 de julio. La trucha y el reo se capturan desde este domingo al 15 de agosto. Los aficionados a la pesca sin muerte consideran que su modalidad todavía no capta muchos adeptos porque "son pocos los salmones que entran en estas fechas en el río". El maliayés Heber Arenas es de esta opinión y achaca este retraso a "la presión de la pesca". La pescadilla que se muerde la cola.

"La mayoría no entran hasta mayo o incluso hasta junio. Posiblemente se deba a una evolución natural de la especie después de tantos años de capturas en los mismo meses". Arenas asegura que los peces ya no pican tan fácil como antes el anzuelo. "En la modalidad de mosca es muy difícil capturarlos", dice. Otro deportista a favor de la pesca sin muerte es Luis Meana, que opina que la temporada "se presenta bastante complicada", debido a la escasez de salmones. En este sentido, Enrique Berrocal muestra cierta "ilusión": "Hemos visto algún ejemplar en zonas bajas como Peñaullán (Pravia) y eso no es muy habitual en marzo. Es una buena señal, aunque tampoco quiere decir que ahora vayamos a encontrar miles de salmones".

Los aficionados a la pesca sin muerte no ven con buenos ojos, como es lógico, la ampliación de una semana del período con muerte. "Con los pocos ejemplares que hay, no entiendo todavía cómo la Administración no toma cartas en el asunto", dice Heber Arenas, que hace años "pescaba como los demás" y llevaba todo lo que podía para casa. "Ante la mala situación de los ríos, decidí cambiar la mentalidad. Es la única forma de preservar las especies que tanto quiero", asegura.

La Consejería contempla medidas para la lucha contra las especies invasoras: cangrejo rojo, cangrejo señal, carpa, trucha arcoiris, blackbass y salvelino. En caso de ser capturados, la resolución del Principado obliga a "sacrificarlos de inmediato en el lugar de la pesca".

Compartir el artículo

stats