"Si no se consume en la barra, esto se acaba". Lo dice Francisco Javier Muñiz, uno de los organizadores de la fiesta de La Florida, que este fin de semana se celebra en el barrio ovetense. En plena polémica por los cobros de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), Muñiz insiste en que "lo que más daño hace a una romería es el botellón". A consecuencia de ello, dice, "cualquier impuesto ya nos parece caro". El presidente de la comisión de festejos, Jacobo Campa, sostiene no obstante que el pago por derechos de autor es "una auténtica vergüenza y una burrada". La sociedad reclama a varias asociaciones de Asturias deudas de hasta 12.000 euros por las canciones tocadas por las orquestas en los últimos cinco años.

Las fiestas de prao atraviesan una profunda crisis por culpa de estos pagos, los trámites burocráticos y el botellón. "Se está achacando todo a la SGAE, pero lo que de verdad hunde nuestra economía es el botellón. Y de las romerías de verano vive mucha gente", explica Francisco Javier Muñiz, también empresario en Producciones Tekla. A su jucio el sector está siendo "muy perseguido" y eso puede acabar con él. Por su parte, su compañero Jacobo Campa asegura que "no podemos hacer frente a tantos gastos". La SGAE solicita el 7% del presupuesto de la orquesta, pero a ello hay que sumar el 21% de IVA.

Por todo ello algunas comisiones de festejos ya han tirado la toalla. Es el caso de Versalles, Valliniello y La Luz, en Avilés, y de Perlora, en Carreño. "Con todo el dolor del corazón, éste será el último año después de diecinueve. El botellón cada vez está más implantado y además tenemos que estar trabajando para que otros esperen sentados a recibir el dinero...", protestan los vecinos de Perlora, a los que la SGAE reclaman 12.000 euros. Los afectados han comenzado a unirse y el próximo viernes día 16 se concentrarán ante la Junta General del Principado para exigir un cambio en la ley de Propiedad Intelectual con el objetivo de que las organizaciones sin ánimo de lucro queden exentas del cobro.

La Sociedad General de Autores se defiende de las críticas que las comisiones "pagan el caché de las orquestas, fuegos artificiales, seguros, impuestos, generadores de corriente y demás logística, pero cuestionan los derechos de autor". "Esta entidad no debe ser responsable de los desajustes administrativos de las comisiones que no gestionan adecuadamente su presupuesto", asegura.