Desatascar el tapón de profesores acreditados en la Universidad de Oviedo que hasta este año superaban de largo los doscientos, incluye soluciones intermedias a la modificación de los criterios de acreditación de la Agencia Nacional de Evaluación (ANECA), que ha generado gran malestar entre los docentes. Investigadores de la Universidad de Oviedo apuntan ahora la posibilidad de que existan otras fórmulas que permitan modular los méritos docentes de manera que la cátedra no sea la única manera de promocionar.
La directora de área de Profesorado, María Montes Bayón, reconoce que "necesitaremos tiempo" para la adaptación a los nuevos requisitos impuestos por la Agencia nacional para la promoción del profesorado, ahora bien recuerda que el sistema, aunque pueda parecer más duro de lo que existía hasta ahora, "busca la idoneidad europea", esto es, alinearse con el resto de universidades de ámbito comunitario. "Hasta ahora nos encontrábamos en el extremo contrario: nos habíamos llenado de personas acreditadas", remarcó Bayón. Cifras cantan. El año pasado España contabilizaba un total de 160 catedráticos de Química Analítica. Alemania, con el doble de población que nuestro país, no superaba los 50. "Está claro que la figura que ahora plantea la ANECA es mucho más exigente y son muchos menos los que pueden llegar", indica la directora de área de Profesorado. No obstante, recuerda que la Universidad de Oviedo está cumpliendo con su cometido y los 120 catedráticos y otros tantos profesores titulares ya acreditados, a la espera de que salga su plaza, "estarán todos ubicados a finales de 2018". De hecho en el momento actual se están desarrollando los concursos de 37 de esas plazas y con la tasa de reposición adicional se podrán sacar otras 20, especificó Bayón, de manera de casi la mitad de los que se encuentran en espera verán próximamente cumplidas sus aspiraciones de promoción.
La idea general, continuó en sus explicaciones la directora de área de Profesorado, es avanzar hacia la excelencia aunque ahora los profesores se encuentran con una serie de "trabas u obstáculos" para los que, a su juicio, todavía no están preparados. En el área de Química, por ejemplo, con cinco publicaciones buenas en seis años, era posible obtener un sexenio de investigación. Con veinte publicaciones se llegaba a los cuatro sexenios de investigación que permitían acceder con la máxima calificación a la cátedra. Ahora, con los nuevos criterios de la ANECA en necesario contar con, al menos 50 artículos. En el caso de Matemáticas son 45, que también juzgan excesivos. En la máxima calificación, la de grupo "A", donde se ubicarían científicos del nivel de un "Nobel", habría que llegar a 150 publicaciones. Algo inalcanzable para muchos. "Lo que hacen ahora es detallar más lo que cuenta en tu perfil investigador", subraya la directora de área de Profesorado en la Universidad de Oviedo. Además, la valoración por ocupar cargos de gestión era antes más alta y ahora, como en el resto de las evaluaciones de profesorado, se entra en un mayor nivel de detalle de manera de no todos los cargos cuentan igual.
