"Pudo matarme a mí también". Es el testimonio de Josefina Ríos, mujer de 90 años que vive en Porto (Coaña). Se refiere a Javier Ledo, el presunto asesino de Paz Fernández Borrego, la gijonesa cuyo cadáver apareció en el embalse de Arbón (situado en el límite de los concejos de Villayón y Coaña).

Según relata Josefina, el mismo hombre que ha sido detenido por la Guardia Civil en relación a la muerte de Paz Fernández, Javier Ledo, había ido en julio a limpiarle la finca junto a un compañero de trabajo y, en febrero de este año, entró en su casa a media noche y le robó las joyas. "Entró por la ventana del baño, pero primero intentó entrar por la puerta de casa y por el sótano. Me puso un cuchillo de 20 centímetros en el cuello. Apretó el cuello hasta hacerme perder el conocimiento", cuenta esta vecina de Coaña, mismo concejo del que es natural Javier Ledo.

Ríos cuenta que el ahora detenido por el crimen del embalse de Arbón ya conocía su casa. "Después de limpiar la finca les invité a un café y él se debió fijar en dónde tenía el dinero porque cuando entró me llevó amenazándome con el cuchillo en el cuello hasta la habitación", explica esta coañesa.

La nonagenaria relata un ataque extremadamente violento y absolutamente desproporcionado. "Me tiró en la cama para atrás y abrió todos los cajones. Me robó todas las joyas de oro", recuerda Josefina. "Nada más marchar él, llamé a la Guardia Civil y vinieron con el médico", añade.

Ahora ha vivido con atención todos los acontecimientos sobre la muerte de Paz Fernández y la posterior detención de Ledo, a quien en la zona conocen como "Teiceyos". "Me alegré mucho cuando vi que lo cogieron por la muerte de Paz", asegura esta mujer, que cuenta que "lo reconocí en las fotos que me puso la Guardia Civil".

Desde aquel ataque que sufrió en su casa, Josefina vive "con más miedo". El robo en su vivienda fue denunciado ante la Benemérita."Él sabía que yo vivía sola", sentencia.