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La estación más moderna, en Siero

Técnicos de los cinco continentes visitan el centro de inspección sierense para "copiar" su estructura circular y última tecnología

Vista aérea de la ITV de Siero. ITVASA

Asturias es modelo en inspección técnica de vehículos (ITV), pero además tiene la estación más moderna del mundo. Está en Siero, y destaca no sólo por su estructura arquitectónica, que permite un mayor aprovechamiento de espacio y gran ahorro energético, sino también por la tecnología que aplica, que supone cuidado medioambiental, y ajustar al máximo los tiempos empleados en las revisiones, con especial atención a la prevención y salud laboral. Expertos de los cinco continentes la visitan todos los años en busca de ideas.

"Cuando comenzamos con el proyecto pretendíamos hallar soluciones y mejoras en cuestiones concretas que para nosotros son estratégicas: mejorar el servicio al cliente, reduciendo al máximo posible los tiempos de espera; el rendimiento productivo; las mejoras ambientales, con más eficiencia energética, consumo de agua, y reducir la polución, y por supuesto en la salud y seguridad laboral", explica Celestino Pérez, director técnico y de operaciones de ITV en Asturias, y experto técnico del Comité Internacional de Inspección Técnica de Vehículos. "Lo conseguimos y ahora vienen de todas partes a copiar", añade.

¿Y qué tiene de especial esta estación que la hace distinta? Para empezar, su estructura circular permite un mayor aprovechamiento de los 1.716,192 metros cuadrados que ocupa la planta de inspección. Además, las cabinas son individuales y el pozo está aislado e insonorizado, con lo que la comunicación entre el inspector y el conductor no se ve interferida por las conversaciones en otras líneas.

La primera parte de la inspección se realiza en línea de tándem, lo que permite el control de la alineación, el sistema de frenado y suspensión en los dos ejes a la vez. Esto supone que se realiza el análisis en condiciones más próximas a la realidad, a la vez que se ahorra tiempo en las mediciones y evita paradas y arranques del vehículo, lo que se traduce en un ahorro de combustible y menos contaminación.

Lo que se denomina "tareas de trinchera", en las que se mira a parte inferior del coche, se miden las emisiones contaminantes, la iluminación y la señalización, se realizan en otro espacio distinto, y el cliente puede seguir todo el proceso a través de una pantalla.

Es en esta zona donde están los pozos de inspección que se elevan, con lo que el técnico evita peldaños y escaleras y, por tanto, el riesgo de accidentes.

El comprobador de los faros es automático, reduciendo la intervención de los inspectores al mínimo y mejorando la eficiencia. Y el control de las holguras de los ejes de los vehículos se hace sin tener que moverlo, con lo que se ahorra tiempo y combustible.

Los carros y tuberías para la medición de los gases se han eliminado, para sustituirlos por un sistema de extracción de escape adaptable a los diferentes sistemas de vehículos, incluidos los de doble salida.

La parte superior de la estructura circular, la cúpula, es transparente, permitiendo aprovechar la luz natural y un control térmico efectivo. También utiliza las últimas tecnologías en alumbrado, con lámparas inalámbricas, lo que reduce el consumo eléctrico y elimina cables. El edificio también cuenta con un sistema de recuperación de agua de lluvia, que después se utiliza para regar las áreas verdes, lo que permite ahorro en el consumo.

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