Los vuelos de Volotea cancelados de Asturias con Sevilla y el que se pospuso anteayer a Palma de Mallorca debía realizarse con el mismo avión, el que quedó paralizado en el Aeropuerto asturiano por una avería al detectarse un fallo en una válvula de descongelación de una de las alas.

Fuentes de la compañía aérea con sede en el Principado expresaron ayer, una vez más, sus disculpas y explicaron que si bien tenían aviones, pilotos y tripulantes alternativos, el problema que surgió tenía que ver con los horarios de los aeropuertos y la disponibilidad del personal y los controladores aéreos en los aeródromos implicados. "Volotea tiene la certificación de calidad IOSA, que se otorga a las compañías aéreas con los estándares más altos de seguridad y calidad. Es, además, una de las compañías del mundo con menor tasa de cancelación de vuelos. Pero humanamente el domingo no fue posible operar", señalaron desde la aerolínea.

La empresa ofreció transporte en autocares en las conexiones con Sevilla y a los afectados del vuelo de Palma, la manutención completa y hotel hasta que su vuelo partió a las 14.39 horas de ayer.