Alberto Garzón y Gaspar Llamazares pasaron parte de la Nochebuena atizándose a distancia, sin verse ni en el Twitter y dándose mutuamente la réplica cada uno desde su cuenta en la red social. El coordinador general de IU dijo del diputado asturiano, recién dimitido de sus cargos orgánicos en la coordinadora federal, que "hace mucho tiempo que está políticamente fuera de IU", que no participaba en las asambleas y reuniones de la coalición desde hace dos años y medio y que viaja a menudo a Madrid, sí, pero "para atacar a IU en los medios y para montar un partido con el que competir contra IU. Le han pillado y ahora dimite en diferido", escribió. Así se multiplican y ramifican las secuelas del cada vez más agrio enfrentamiento desatado por la decisión de concurrir a las elecciones que ha manifestado la plataforma política Actúa, que Llamazares apadrina entre otros con el exjuez Baltasar Garzón y que ha soliviantado a otro Garzón, Alberto, y a parte de la organización.

El portavoz de IU en la Junta replicó al coordinador en términos gruesos y utilizando el mismo medio no dejó escapar ni la analogía de la referencia a la dimisión en diferido -que "en su momento" hizo célebre la exsecretaria general del PP María Dolores de Cospedal-, ni la oportunidad de volver a la carga contra Garzón. Considera "un honor" que "Torquemada" le acuse de "no ir a escuchar sus monólogos, de tener opinión propia y participar en tertulias a pesar del veto de la dirección, de organizarme para mantener la izquierda y de haber sido elegido como cargo público de IU".

"Tampoco es verdad que Llamazares llame a 'resistir' desde Asturias", contraatacó Garzón. "Lo que ha dicho, y son sus sinceras palabras, es que quiere llevarse a una parte de la organización a su proyecto personal. Romper IU para seguir él". Uno de los mensajes del portavoz parlamentario incorporó un juego de palabras muy significativamente construido con el nombre de su nuevo partido, tal vez amagando con un desvío hacia Actúa, por lo que pueda pasar. "Estoy comprometido y cómodo en Asturias, donde todavía existe IU y mantenemos una confianza mutua. En el momento que no sea así, 'Actuaré' en consecuencia".

Encuentro con Argüelles

Encuentro con Argüelles

El caso es que lo que pueda suceder a partir de ahora, teniendo en cuenta que hoy podría tener lugar el primer encuentro entre el coordinador general en Asturias, Ramón Argüelles, y Llamazares, también tiene potencialidad para enredar jurídicamente el conflicto si Madrid expedienta o expulsa al diputado y la dirección asturiana decidiera respaldarlo. Una vez interpretada su dimisión de los órganos nacionales como un "repliegue" en Asturias, desde dentro de la dirección asturiana hay quien advierte de que el escenario de una expulsión desde la federal dejaría en posición comprometida a la federación asturiana. Si llegada esa hipótesis, aún lejana, respaldara a Llamazares, "estaría arrastrando a IU de Asturias" a un lugar donde ya no estaría IU, "a no ser IU, sino otra cosa", enfatizaba estos días Juan Ponte, secretario de acción política de la dirección regional.

Otro frente abierto reside en la discusión jurídica sobre si está en Madrid o en Asturias la instancia competente para abrir expediente y en su caso sancionar al excoordinador general. Si se considera que el proceso se abre por dañar las siglas de IU mediante la competitividad electoral, la incumbencia sería federal, aunque hay quien apunta que podría desatarse la controversia respecto a si la potestad de enjuiciar los hechos cabría bajo las competencias de la comisión de garantías regional. El caso es que tampoco eso está claro y que mientras tanto la guerra sigue. Fuentes de la dirección federal aseguraban ayer, eso sí, que la expulsión "no está sobre la mesa".

En Asturias, Ramón Argüelles advirtió anteayer de que "no es sostenible militar en dos partidos a la vez" si se pretende optar a la lista autonómica de IU. "Si quiere decir que no se puede apoyar y competir a un tiempo, lo entiendo y lo comparto", respondió ayer Llamazares. Lo entiende, lo comparte y cree que también lo cumple, toda vez que Actúa ha anunciado una intención no materializada de concurrencia electoral. Por eso el portavoz parlamentario mantiene su propósito de estar "en la candidatura de Asturias", aunque ya precisa que será "si me dejan" y "sin juicios de intenciones". El diputado repitió ayer que mantendrá su compromiso con la facción asturiana de la coalición "mientras la militancia lo considere", pero precisando que "en cuanto sea un problema para una mayoría que apuesta por gobernar Asturias desde la izquierda, me aparto sin problema". Conserva en todo caso, en la línea de su tuit sobre Actúa, las pretensiones de "seguir haciendo política en Asturias y en España", de "resistir la disolución en Podemos y de "contribuir a la reconstrucción de la izquierda".

Hay en el discurso de Llamazares, no obstante, unos cuantos matices respecto a la doble lealtad que anteayer reprobaba Argüelles al evaluar su caso. La pertenencia a dos partidos, precisa Llamazares, "le ocurre a una parte importante de los militantes de IU, que estamos además en el PCE o en Izquierda Abierta. Actúa todavía no se ha configurado ni presentado", vuelve a resaltar. Y si se habla de coherencia, remata, "también habría que decir que en Asturias no sería compatible presentarse en IU para las autonómicas y con Unidos Podemos en algún municipio".