El apoyo recabado por un militante de base, sin representación en los órganos ejecutivos del partido y en "clara desventaja" de partida, "debería ser valorado a la hora de tomar decisiones" sobre el orden de la candidatura socialista a las elecciones autonómicas. Habla José Ramón Fernández Castro, entreguín, afiliado en Oviedo, el séptimo aspirante más respaldado por las bases del PSOE en las primarias para la lista de la circunscripción central y el único sin cargo orgánico o institucional entre los más apoyados. "Me dicen que soy el candidato de la militancia, pero quiero ser también el diputado de la militancia".
Todos los que le preceden y la mayoría de los que le siguen en el resultado final del proceso tienen o han tenido responsabilidades en el partido, en gobiernos o ayuntamientos. Si la lista respetase con escrúpulo la voluntad expresada en las urnas, rondaría un puesto de los considerados de salida, pero Fernández Castro se sabe pendiente de la "anuencia y valoración de la ejecutiva autonómica", a quien tras las votaciones en las agrupaciones compete la última palabra sobre el orden de los nombres. Él celebra y agradece sus 372 votos, la séptima plaza en la clasificación general del centro y la quinta entre los hombres, "a escasos 20 votos del cuarto". Y si en el criterio de reparto va a primar el equilibrio territorial, según el secretario general, también invita a considerar el grado de distribución y la estabilidad de sus votos por agrupaciones, de suerte que "muchas podrían verse representadas en mí".
El socialista entreguín, hijo de minero, técnico superior en prevención de riesgos laborales y titulado como maestro de primaria, valoró ayer el resultado en un encuentro con el núcleo de militantes que respaldó una candidatura "nacida desde la base". "Interna y públicamente", remata, se ha manifestado siempre a favor del "cambio de modelo político" que en el PSOE encarnó Pedro Sánchez y a su estela Adrián Barbón.
