La jugadora del Garmat Avilés, Carmen Abella, viajaba en la Volkswagen lt 35 que a finales de diciembre debía llevar al equipo de baloncesto adaptado a jugar un partido a Zaragoza. En esa ocasión, el vehículo los dejó tirados en la autovía, en La Rioja. Cuatro meses después, esa misma furgoneta ha quedado siniestro total, tras el accidente sufrido ayer por el equipo asturiano a la salida de El Negrón en la AP-66, ya en la provincia de León. La avilesina de 20 años iba ayer en esa mismo transporte. Viajaba a Leganés con sus ocho compañeros de equipo. "Justo en ese momento, me estaba quedando dormida. No me podía creer lo que estaba pasando. Me agarré a lo primero que encontré. Afortunadamente, sólo ha sido el susto", explicó la joven.
El accidente se resolvió sin víctimas mortales y salvo por Byron Álvarez, que fue operado de un brazo en el HUCA, los daños personales fueron mínimos. No tanto así los materiales. De los nueve integrantes del equipo, seis se desplazan en silla de ruedas. En la furgoneta iban las que emplean para su uso diario y las de juego, que tienen un valor cercano a los 3.000 euros. La gran mayoría han quedado "inservibles" debido al impacto en la parte trasera de la furgoneta. La ortopedia que patrocina al equipo aportó sillas de ruedas extra para que los jugadores pudieran abandonar el hospital Álvarez Buylla de Mieres tras recibir el alta.
Estas consecuencias han movilizado al mundo del deporte. El viceconsejero de Cultura y Deporte, Vicente Domínguez, se desplazó hasta Mieres para interesarse por los deportistas. Allí aseguró que el Principado tratará de colaborar en todo lo posible. Las muestras de apoyo han sido numerosas. Desde el Real Sporting de Gijón hasta la Atlética Avilesina, entre otros, publicaron mensajes. Se sopesa la próxima semana realizar algún tipo de evento para ayudar económicamente al equipo.
La Volkswagen lt 35 habría de haber llevado al Garmat hasta Leganés. Iban a jugar, a partir de las cinco de la tarde, las semifinales del Trofeo Gaspar Anaya. El campeonato iba a ser la última competición nacional del equipo. Hace pocas semanas terminaron su participación en la fase regular de la Segunda División de este deporte.
El Garmat Avilés iba a jugar en el pabellón madrileño del Colegio Legamar contra el Disca Esports Rudy Fernández. Hoy tendrían que haber disputado o la final o el partido por el tercer y cuarto puesto, bien contra el Leganés, bien contra el Hospitalet, los otros dos conjuntos en liza. Tras este trofeo, el Garmat iba a ser uno de los impulsores de una liga asturiana como colofón a la temporada.
La competición en Leganés no se suspendió. Se disputó en formato triangular. Pero en Madrid y en el resto de España la vista estaba en Asturias. "Los 30 equipos de baloncesto adaptados están pendientes del Garmat. Todos han expresado su ánimo", apuntó José Alberto Álvarez, el presidente de la Federación española de deportes de personas con discapacidad física (FEDDF). "Lo importante es que se recuperen, que no haya secuelas y que carguen las pilas", añadió el ovetense.
El Garmat Avilés es uno de los clubes con más solera de Asturias. Hunde sus raíces en el año 2002. En su fundación, Juan Bedia, ahora gerente de la Fundación Deporte Avilés (Fundavi) jugó un papel fundamental. "Estamos todos conmocionados. He conducido esa furgoneta en varias ocasiones. Ha quedado siniestro total y muchas sillas están destrozadas", aseveró Bedia. En ese transporte iba Aladino Pandiella, presidente y jugador del equipo y desde inicios de 2019 también presidente de Fundavi. Tuvo un papel fundamental para el resurgir del equipo de baloncesto, tras pasar la entidad la pasada temporada en barbecho. Junto a él, otros ilustres del deporte adaptado, como Juan Pablo Barcia, remero, levantador de pesas y deportista paralímpico o Jesús Ángel Fernández, presidente de la Federación de Deportes de Minusválidos Físicos del Principado de Asturias (FEDEMA).
Jorge Garbajosa, el presidente de la Federación Española de Baloncesto (FEB) se interesó por el suceso. "Quiero mandar un mensaje de ánimo. Afortunadamente, no ha habido que lamentar consecuencias muy graves, por lo que desde la familia del baloncesto esperamos tenerles de regreso en las pistas pronto", deseó.
Su homólogo en la regional asturiana, Juanjo Cachero, también se pronunció. "Hace nada estuve en la celebración del 25 aniversario del Garmat Avilés -la fiesta fue el pasado 16 de febrero-", concretó Cachero, quien añadió que "sólo puedo desear que sigan con la excelente labor que han venido haciendo".
El accidente del Garmat transcendió las fronteras del baloncesto. El piragüista olímpico Saúl Craviotto jugó el pasado 2 de enero en una gala solidaria bautizada como "Fundavi 3D" un partido en sillas de ruedas con otros destacados deportistas, como la jugadoras de hockey Natasha Lee y Sara Lolo, e integrantes del Garmat. "Me ha chocado mucho la noticia. Me alegro de que sólo haya sido el susto. Me sabe mal que no se haya suspendido la competición que iban a jugar. Lo cierto es que nunca me he tenido que perder un torneo por un accidente, pero espero que el año que viene vuelvan con más ganas y mejor", afirmó el leridano.
Fuera del deporte, la repercusión también enorme. María José Rienda, primera mujer al frente del Consejo Superior de Deportes (CSD) se interesó por el estado de salud de los jugadores, en comunicación con José Alberto Álvarez, el presidente de la FEDDF. De Avilés, la Alcaldesa Mariví Monteserín expresó que "fue un susto muy grande. Estuvimos pendientes de la evolución de Byron, que fue el que sufrió las heridas de mayor consideración". También la concejala de Deportes local, Ana Hevia, estuvo en contacto con la expedición del Garmat. El enlace fue Lolo Solís, el gerente de la Fundación Deportiva Municipal, que acudió a al centro hospitalario mierense.
Clubes avilesinos y asturianos también mandaron sus mensajes de ánimo. Entre ellos, la Atlética Avilesina, el Belenos (rugby), el Judo Avilés, o el Lealtad de Villaviciosa (fútbol) y otros muchos. Todos estuvieron pendientes de la suerte de los nueve ocupantes de la Volkswagen lt 35, la misma furgoneta que ya dejó al Garmat tirado en diciembre en La Rioja. Para Carmen Abella, una de las jugadoras, lo de ayer fue "como un sueño" que pasó muy rápido y, afortunadamente, no terminó en pesadilla.
