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El pincho "diez" nunca sale a la primera: así se elabora el mejor de Asturias

"Hay que darle muchas vueltas", asegura el ganador del Campeonato de Asturias, que dice que "interpretamos mal la cultura del tapeo: no sabemos rotar de barra en barra"

El pincho "diez" nunca sale a la primera: así se elabora el mejor de Asturias C. MURUZÁBAL

"Por desgracia, interpretamos mal la cultura del tapeo". Lo dice Mario Argüelles, ganador por segundo año consecutivo del Campeonato de Asturias de Pinchos y Tapas con un guiso de carrillera extremeña cubierto de un glaseado falso de chocolate y elaborado con ingredientes de la cocina mexicana. El responsable del restaurante mierense TC28 asegura que los asturianos piensan que tapear "es sentarse en una mesa y cenar". "No estamos acostumbrados a ir rotando de barra en barra", añade. Por eso considera que el concurso gastronómico, que cuenta con el patrocinio de LA NUEVA ESPAÑA y en el que participaron este año un total de 192 locales hosteleros, es un buen escaparate para darle al pincho y a la tapa el lugar que se merecen. Los restaurantes Blanco (Cangas del Narcea), Castru Gaiteru (Celorio de Llanes) y Gastro Eban's (Gijón) fueron los otros tres triunfadores de esta edición.

TC28 aún no lleva dos años abierto y ya luce dos monteras piconas como ganador del Campeonato de Asturias de Pinchos y Tapas. El cocinero de este establecimiento, Mario Argüelles, reconoce que el balance no puede ser más suculento. "La hostelería es un sector muy exigente con jornadas de diez horas. Elaborar pinchos para concursos lleva un tiempo adicional. Tienes que pensar una idea, plasmarla y luego retocarla hasta que queda a tu gusto. En esta ocasión hasta la noche previa del concurso estuvimos haciendo pruebas", explica. El chef mierense ha conseguido en poco tiempo que el TC28 sea conocido en toda Asturias. El premio del año pasado, reconoce, supuso un espaldarazo para este aún "tierno" restaurante: "Tras ganar el concurso notamos que nos llegó mucha clientela de otras zonas de la región, como Gijón, Oviedo y Avilés". ¿Su receta? Creatividad y trabajo. "Nada sale a la primera. A los platos hay que darles muchas vueltas", añade Mario Argüelles.

El segundo premio del Campeonato de Asturias de Pinchos y Tapas viajó el martes, día de la entrega de premios, hasta Cangas del Narcea. El cocinero Pepe Ron, del restaurante Blanco, presentó una versión muy personal de una "Empanada de anguilas", que también le llevó a obtener el reconocimiento "Cucharón de madera", otorgado por los propios cocineros. "El primer premio se me vuelve a resistir, pero es muy difícil y ganó quien tenía que ganar", expresa el chef cangués, que considera que su pincho es "una buena idea y gustó mucho". Pepe Ron, que participó en once de los doce campeonatos celebrados hasta la fecha y que tiene un primer premio, cuatro segundos y un tercero, asegura que el resultado en esta edición, con 192 participantes, "es muy satisfactorio a nivel personal y profesional". El año que viene, anuncia, irá a por el principal galardón: la montera picona.

El tercer mejor pincho de Asturias se come en Llanes. Concretamente, en el restaurante Castru Gaiteru de Celoriu, desde donde Pello Noriega enamoró al jurado gracias a su buñuelo relleno de guisantes "lágrima" acompañado de un sabayón de yema de huevo. Un bocado que "explota en la boca" de quien lo come, según explica su autor, lo que lo hace algo sorprendente. Una creación a la que este cocinero no ha dedicado mucho tiempo en diseñar, ya que en su restaurante sirve un plato parecido, por lo que su trabajo, más que de diseño, fue de reinterpretación. "La decisión fue bastante rápida, sabía lo que quería hacer porque estaba acostumbrado, solo había que reinterpretar", explica Noriega.

Detrás de esa seguridad se esconden sus secretos para elaborar un gran pincho: trabajo, buen producto y mucho conocimiento. "En estos concursos lo más importante es hacer algo que sepas y con lo que estés a gusto, además de tener un buen producto y con mucho sabor", indica el chef, quien, eso sí, también apuesta por la innovación pero siempre "respetando el producto". Aunque lleva dedicado a la cocina quince años, esta es la primera vez que Noriega consigue colarse en el podio del Campeonato de Asturias de Pinchos y Tapas. Ahora, el objetivo es seguir subiendo puestos, aunque es consciente de que el reto es complicado.

El voto del público

Los responsables de Gastro Eban's, en Gijón, conscientes del alto nivel gastronómico del certamen, acordaron desde el primer momento que su principal objetivo sería conseguir el premio del público, que pudo votar a sus favoritos en el portal web de LA NUEVA ESPAÑA. "Siempre te sorprendes cuando ganas algo, pero teníamos esperanzas porque habíamos hecho mucha campaña en las redes sociales", explica Snezhana Dimitrova, una de las gerentes del local. "Hicimos carteles pidiendo el apoyo de los clientes y compartimos el enlace para que nos votasen durante todo el concurso. Era el premio que queríamos y nos centramos en eso", añade.

Su pincho premiado, titulado "Papada pa' todos", es un bocadillo de papada ibérica ahumada en madera de haya y en un pan hecho al vapor que se presentó acompañado de dos salsas, una mayonesa de yuzu (con ingredientes cítricos) y salsa "hoisin", de sabor dulce. Los últimos toques se limitaron a incluir un poco de cacahuetes y pepino, "para limpiar la boca", según Dimitrova. El premio del público dejó también como finalistas las propuestas del bar gijonés Boheme Vinatería (que concurrió al concurso con "La xata goberná", un pincho de ternera asturiana guisada en cerveza negra sobre un hojaldre caramelizado) y Terraza de Porceyo, que elaboró su particular receta del milhojas.

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