La Guardia Civil no tiene "ninguna duda" de que el exnovio de Sheila Barrero fue el que acabó con su vida. Más de 15 años después del asesinato de la joven que conmocionó Asturias y León los funcionarios de la Unidad Central Operativa de la Benemérita han emitido un informe en el que se apoyan en nuevas pruebas para señalar la culpabilidad del joven al que desde un primer momento se señaló como el principal sospechoso. Según informa hoy El Confidencial los químicos que trabajaban en el caso han logrado aislar de las muestras de la mano derecha del exnovio de la joven una partícula que coincidiría con la muestra localizada en el casquillo de la bala que mató a Sheila Barrero.

La investigación sobre el asesinato de la joven llevaba reactivada desde septiembre del año pasado. La noticia del nuevo impulso a las investigaciones provocó conmoción en la familia de Sheila Barrero, que fue encontrada con un disparo en la cabeza en el interior de su coche, en el alto de La Collada, en la carretera que une Villablino (León) y Cerredo (Degaña). "A ver si de una vez sale adelante la investigación, ya era hora", indicó por aquel entonces Julia Fernández, madre de la joven, que tenía 22 años cuando la asesinaron. La familia llegó a remitir una carta a la Casa Real y al Gobierno para pedir que se reactivase la investigación. Su petición parecía entonces no haber caído en saco roto.

Así hablaba la familia de Sheila Barrero: "La vida va mal, de esto no curamos"

Sobre este crimen han corrido ríos de tinta. Sheila Barrero trabajaba de lunes a viernes en una agencia de viajes de Gijón, y los fines de semana completaba los ingresos sirviendo copas en el pub Joe Team de Villablino (León). El día que la mataron, a las siete de la mañana, terminó de trabajar en el Joe Team y se fue con los compañeros a otro bar, aunque estaba cansada y decidió volver a Degaña. Unos amigos la acompañaron hasta el cruce de Caboalles. Luego, la joven enfiló hacia La Collada.

Una auténtica ejecución

Todo indica que su asesino la siguió en un coche, la adelantó y se cruzó de forma que la obligó a parar. Luego salió de su vehículo y entró en el de ella, sentándose detrás de ella. Fue entonces cuando le descerrajó un único disparo en la cabeza, desde atrás. A continuación, la apartó y condujo el vehículo hasta el área recreativa de La Collada. El cadáver lo encontraría horas después su hermano Elías, que había salido a buscarla ante la preocupación de la familia por su tardanza.

(Lee aquí la claves del caso)

Los agentes encontraron muy pocos vestigios en el vehículo: un casquillo y una bufanda. También una colilla. La Guardia Civil terminó deteniendo a un joven que había tenido una relación con Sheila, el leonés Borja V. G. La prueba de parafina determinó que había disparado un arma de proyectiles metálicos en los días anteriores, y aunque hubo indicios de que su familia tenía una pistola del 6,5, el mismo calibre del arma que mató a la joven, los agentes no pudieron encontrarla. También se encontró una fibra en la misteriosa bufanda hallada en el coche, que se correspondía con una chaqueta del entonces único sospechoso del crimen. Pero jueces y fiscales entendieron que no era suficiente y se sobreseyó el caso respecto a él.

La Audiencia Provincial, en la resolución del recurso contra el sobreseimiento del caso, estableció que el crimen había sido "profesional", por lo que se especuló si se había tratado de un ajuste de cuentas.