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En la EBAU tras vencer al cáncer

"Llegaba de la quimioterapia y me ponía a estudiar aunque me muriese de dolores", relata la ovetense Beatriz Chacón, que estuvo siete meses apartada de las aulas por un linfoma

Así es Beatriz Chacón, la joven ovetense que plantó cara al cáncer para cumplir su sueño: hacer la EBAU y matricularse en Magisterio

Así es Beatriz Chacón, la joven ovetense que plantó cara al cáncer para cumplir su sueño: hacer la EBAU y matricularse en Magisterio

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Así es Beatriz Chacón, la joven ovetense que plantó cara al cáncer para cumplir su sueño: hacer la EBAU y matricularse en Magisterio Mónica G. Salas

Beatriz Chacón González salía ayer "supercontenta" de la Facultad de Economía y Empresa. Supercontenta porque el examen de Lengua Castellana y Literatura le había parecido "muy fácil" y supercontenta también porque había podido cumplir su sueño: hacer la EBAU para matricularse en Magisterio en Educación Primaria. Detrás de su enorme sonrisa hay mucho sufrimiento. El pasado agosto le diagnosticaron un cáncer -un linfoma de Hodgkin- que le mantuvo de septiembre a marzo fuera de las aulas de su instituto, el de La Corredoria. "Repetir sin merecerlo me parecía injusto. Siempre había sido una chica muy responsable, así que me empeñé en sacar el curso adelante desde casa y desde el hospital. Llegaba de ponerme 'quimio' -en total recibió 56 sesiones- y me ponía a estudiar aunque me muriese de dolores", cuenta emocionada esta joven ovetense de 17 años.

Ayer hizo las dos primeras pruebas de la Selectividad como una más. "Me hizo mucha ilusión reencontrarme con mis compañeros de clase, aunque también me puse un poco triste por no poder ponerme con ellos y no tener melena como las demás chicas", expresa Chacón, que rápidamente enseña la foto de portada de su teléfono móvil. "Puf, yo antes era así": Una joven de larga melena rubia. "Era de las típicas -continúa diciendo- que nunca me cortaba el pelo, solo las puntas. Con el cáncer me dejaron media melena y ahí me veía guapa, pero luego...". Ahora lleva el cabello corto y para el verano lo tiene claro: "Me pondré extensiones". El cáncer ya lo tiene prácticamente superado. Sus padres, asegura, están "superorgullosos": "Mi madre estará llorando fijo". Y no es para menos.

En plena adolescencia, Beatriz Chacón conoció la cara más oscura de la vida. Tuvo un linfoma de Hodgkin, una enfermedad por la que se forman células malignas (cancerosas) en el sistema linfático. "Empecé a encontrarme mal en enero -de 2018- y en agosto ya no aguanté más y fui al hospital. Con 17 años mi madre me tenía que duchar y dar de comer. No podía conmigo misma", comenta con una naturalidad que abruma. Llegó septiembre, el inicio del nuevo curso escolar, y le propusieron hacer segundo de Bachiller en dos años. Ella se negó.

"Me dije: tienes que pasarlo en el año que toca. Al hospital me llevaba la mochila con los apuntes y sola en casa preparaba el temario. He de decir que los médicos me pusieron todas las facilidades y me dejaban ir a examinarme al instituto. Fue muy complicado salir adelante, tuve que ponerme el doble de pilas", señala. Y no sólo logró sacar Bachillerato igual que el resto de sus compañeros, sino que en alguna asignatura, como la de Filosofía, "fui la única en presentar un trabajo opcional", apunta orgullosa.

La joven ovetense hizo ayer los exámenes de Lengua Castellana e Historia de España en un aula reservada para alumnos con necesidades especiales, en la que apenas había "diez estudiantes". "La diferencia con respecto a las otras es que ésta era más pequeña y nos daban treinta minutos más que al resto", indica. Una vez terminada la EBAU, Beatriz Chacón se matriculará en Magisterio. Quiere ser profesora de inglés. "Es mi vocación desde siempre", concluye.

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