- ¿De qué va a hablar en su ponencia del 3 de diciembre?

-De darle la espalda al miedo, de descubrir la enorme satisfacción que proporciona aprender. Y de aceptar que lo que se considera imposible no siempre lo es si se está dispuesta a trabajar por ello.

La videoperiodista móvil Leonor Suárez será una de las protagonistas de la tercera edición de la jornada eWoman, organizada por LA NUEVA ESPAÑA y Prensa Ibérica con el objetivo de mostrar los casos de éxito de mujeres que han destacado por su trayectoria profesional y liderazgo en el entorno digital y tecnológico. Profesional de la comunicación, ha convertido el móvil en su principal herramienta de trabajo. "No creo que haya otra herramienta tan potente y versátil", afirma.

- Es una de las pioneras del periodismo móvil en España, ¿le costó mucho abrirse camino?

-Supuso y sigue suponiendo mucho trabajo, mucho esfuerzo personal, primero para aprender y ahora para avanzar y estar al día en un terreno que requería un cierto conocimiento tecnológico que yo no tenía. Como el periodismo móvil estaba empezando, no había referencias cercanas que seguir. Cada pequeño paso exigía horas de prueba y error.

- ¿Qué le llevó a él?

-Me generaba mucha curiosidad la posibilidad de contar historias utilizando el móvil, le veía potencial y me gustaba el hecho de aprender nuevas cosas, de superar las limitaciones con las que había convivido durante años. Tenía toda la motivación. A partir de ahí fue cuestión de trabajo y perseverancia.

- ¿Hubiera sido distinto si fuera un hombre?

-No creo que esto sea una cuestión de género. Esto es cuestión de mantener vivo siempre el respeto y la ilusión por lo que haces. De cultivar la satisfacción que da aprender, mejorar continuamente. Si falla eso, seas hombre o mujer, no llegas a ningún sitio.

- Ha recibido diferentes premios a lo largo de su carrera...

-Los premios son algo así como un control de calidad personal. Es la manera que tienes de ver tu trabajo valorado objetivamente. Es un aliciente para mejorar. Este es el verdadero valor de los premios. El primero es el que te da ilusión y confianza. A partir de ahí, los siguientes tienen que servir para hacer mejor tu trabajo.

- La mayoría internacionales...

-En el caso del periodismo móvil, prácticamente todos los premios son internacionales y provienen del mundo anglosajón, porque en España esto aún está empezando. Y eso es bueno porque alguien que no te conoce de nada valora tu trabajo y lo compara con el de profesionales de otros lugares del mundo. Eso te permite asomarte a lo que se hace fuera y aprender de profesionales que están a un gran nivel.

- ¿Un dispositivo móvil es capaz de todo?

-Es capaz de muchas cosas. En realidad, depende de lo que te plantees hacer con él. Con el móvil podemos hablar, navegar por internet, hacer pagos..., pero también grabar, editar, emitir en directo, hacer prácticamente todo el trabajo audiovisual. Y además, siempre lo llevamos encima. No creo que haya otra herramienta tan potente y versátil. Otra cuestión es cuándo es la mejor opción para hacer un trabajo concreto y cuándo no lo es porque hay otras mejores. En todo caso, no es una herramienta excluyente. La mejor manera de aprovechar su potencial en el ámbito audiovisual es usarlo en combinación con otras herramientas.

- ¿Cuáles son los retos del periodismo móvil?

-El periodismo móvil es periodismo. Eso es lo más importante. Y seguirá siéndolo cuando, dentro de unos años, ya no se llame "periodismo móvil" porque hayamos dejado de usar smartphones. La tecnología evoluciona tan rápido que nos habrá puesto en la mano otras herramientas mejores para contar historias. Así que el reto para los profesionales del periodismo es asumir que el entorno está cambiando y ver esto como una oportunidad y no como una amenaza. Algo que, por otro lado, no solo afecta a este ámbito.

- Un reto para todos...

-Todos los sectores productivos se están adaptando a los cambios que está introduciendo la tecnología. Pero esto no es nada nuevo. La historia de la humanidad es la historia de una evolución, de una adaptación.

- ¿Qué le parece que aún sea noticia que una mujer llegue a un cargo de responsabilidad?

-La verdad es que no lo entiendo. Me gusta mucho la Historia y siempre trato de pensar las cosas con perspectiva histórica. Y no puedo entender cómo, tras varios milenios de civilización, con todas las vueltas que ha dado la Humanidad, siga siendo difícil, y por lo tanto, siga sorprendiéndonos, que una persona que pertenece a un colectivo que supone más del 50% de la población mundial alcance un puesto de responsabilidad.

- ¿La igualdad debe educarse desde la etapa escolar?

-Desde el primer día de vida. Pero más que educarse en igualdad, creo que no habría que "maleducar" en desigualdad. Nunca debería dársele a nadie ningún motivo para pensar que puede ser más o menos que otra persona por pertenecer a un género o a otro. Ni un gesto, ni una actitud, ni una palabra. Creo que ayudaría. Y eso debe hacerse en las escuelas, por supuesto, pero sobre todo en los hogares.

- ¿Cree que una mujer de éxito sigue siendo una figura mal vista?

-No lo creo, al menos no lo percibo de forma cercana. Puede haber entornos laborales más difíciles que otros porque haya menos presencia femenina. Ahí quizá puedan darse más casos. Pero creo que en eso se ha avanzado.

- ¿Se ha sentido alguna vez discriminada o peor valorada por el hecho de ser mujer?

-No. Pero también es cierto que en medios de comunicación, que es donde yo siempre he trabajado, la presencia de mujeres es mayoritaria. Afortunadamente, en mi entorno siempre se ha fomentado la formación y el esfuerzo, independientemente del sexo, así que tampoco he tenido que superar barreras familiares. Creo que es muy importante no ponerse barreras. En mi caso, la curiosidad y la ilusión por hacer cosas han podido siempre más que cualquier miedo a ser cuestionada.

- ¿Le parece importante un foro como eWoman?

-Toda iniciativa que contribuya a infundir confianza, disipar miedos, superar barreras e inspirar es valiosa y necesaria. El miedo paraliza, la falta de confianza frustra la carrera a muchas mujeres que tienen gran potencial, pero que no se lo creen. Escuchar los ejemplos de otras personas con historias similares que superaron obstáculos es el punto de partida para dejar atrás la inseguridad y ponerse en marcha.