La petición de la Fiscalía de un año de prisión para la mujer que le clavó un cuchillo a su marido cuando éste le estaba propinando una paliza, y la misma solicitud de pena para él, fue refrendada ayer por los juristas consultados. "Son dos hechos distintos y se han calificado en ambos casos aplicando la ley contra la violencia de género", coincidieron en señalar.
Los expertos consultados incidieron en que se ha aplicado el derecho penal "atendiendo a hechos concretos, no a lo que socialmente pueda parecer en un momento en el que se es especialmente sensible contra la violencia machista".
Los juristas también advierten que ésta es la calificación inicial de Fiscalía, pero no el juicio. "Si se demuestra que usar el cuchillo era su única defensa posible, seguro que quedará absuelta".
El relato de los hechos que ha trascendido es que el hombre la emprendió a golpes con su mujer al parecer durante una discusión en la vivienda familiar, en Perlora. En un momento determinado, ella consiguió zafarse de su marido y se escondió en la habitación del hijo que tienen en común, en la que él irrumpió y la siguió golpeando. Ella finalmente se sirvió de un cuchillo (de 20 centímetros) con el que causó cortes en el brazo con el que la agarraba por el pelo. La mujer resultó con moratones en brazos y piernas, un labio reventado y cabellos arrancados de raíz. No era la primera vez. Hace un mes ella había acudido a un centro de salud también por presuntos maltratos, pero se negó a declarar contra él.
Según los juristas, aplicando la legislación, la agresión de él sería calificada de lesiones leves, ya que ella no requirió tratamiento médico ni quirúrgico. La pena consistiría en una multa que iría de uno a tres meses. Es decir, por poner un ejemplo, quedaría solventado con 300 euros.
Pero al tratarse de su mujer se eleva la gravedad y se aplica la ley contra la violencia de género, de ahí que se solicite un año de prisión.
En el caso de ella, la legislación establece que frente a la agresión que estaba sufriendo, ella utilizó un cuchillo de 20 centímetros con el que le podía herir gravemente e incluso provocarle la muerte. Si no fuera su marido, se podrían calificar los hechos de homicidio en grado de tentativa, con una pena que podría ir desde los dos hasta los cinco años de prisión.
Pero al tratarse de su marido, también se aplica la ley contra la violencia de género y se disminuye la solicitud a un año de prisión al contemplar la legítima defensa, aunque incompleta. Y esto es porque ella no necesito tratamiento médico y no se ha podido demostrar que no hubiera podido utilizar otro medio de defensa.
