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Una herramienta para que el trastorno bipolar sea reversible

La psicóloga gijonesa Lorena de la Fuente diseña un modelo de clasificación de la enfermedad que permite dar al paciente el tratamiento más idóneo

Lorena de la Fuente Tomás, ayer, en Gijón. JUAN PLAZA

El trastorno bipolar, esa alteración crónica que hace oscilar a la persona entre la euforia y la depresión, no es una maldición que solo puede ir a peor hasta conducir al abismo. Por el contrario, si se consigue determinar con precisión el grado de deterioro del paciente y éste recibe un tratamiento psicológico y psiquiátrico apropiado, el cuadro patológico puede mejorar y permitir el retorno a una vida normal. Ésta es una de las principales conclusiones de la tesis doctoral defendida hace unos días por la psicóloga Lorena de la Fuente Tomás (Gijón, 1989) y dirigida por la catedrática de Psiquiatría Paz Portilla y la doctora en Psicología Leticia García Álvarez. "Ocurre algo parecido a lo que sucede con el cáncer", explicó ayer a este periódico la flamante doctora.

Tres años ha dedicado Lorena de la Fuente a una investigación en la que han sido evaluadas 224 personas con trastorno bipolar, de ellas 101 residentes en Asturias. El objetivo último consistía en diseñar un modelo clínico que permita establecer en cuál de los cinco estadios de evolución del trastorno se halla una persona concreta. "El aspecto más novedoso del trabajo fue la utilización de una técnica derivada de la ingeniería de datos y de los modelos de machine learning (aprendizaje automático)", detalló Lorena de la Fuente.

Al trastorno bipolar se le denominaba antiguamente psicosis maníaco-depresiva. Se presenta en forma de episodios de alteración del estado del ánimo que alternan con periodos de normalidad. Suele iniciarse en la adolescencia o la juventud, a veces incluso durante la infancia, habitualmente en forma de depresión. Aunque resulta difícil determinar con exactitud su prevalencia, se estima que afecta a entre el 1 por ciento y el 2 por ciento de la población.

En el trastorno bipolar, los especialistas distinguen cinco fases en función de la gravedad: desde el estadio 1 (sin afectación, limitado a síntomas clásicos del problema) hasta el estadio 5 (con una repercusión extensiva sobre varias áreas de la vida). Se sabe que el trastorno bipolar afecta a múltiples dimensiones vitales, como la salud física, el rendimiento cognitivo, el funcionamiento en la vida diaria o la calidad de vida.

"Hasta la fecha, los modelos de estadificación clínica no habían sido elaborados desde una perspectiva empírica ni han demostrado utilidad en la práctica clínica ni en el ámbito de la investigación", explica la psicóloga. Sin embargo, la herramienta de estadiaje que Lorena de la Fuente ha confeccionado es comprensiva y empírica. Asimismo, tiene en cuenta las múltiples dimensiones de la vida que se ven perjudicadas y permite determinar el grado de deterioro en cada una de ellas, para así implementar estrategias terapéuticas adaptadas a las mismas.

El modelo desarrollado consta de doce factores de fácil obtención en la práctica clínica cotidiana. Estos factores se agrupan en las siguientes cinco dimensiones de la vida de las personas con trastorno bipolar: características clínicas del trastorno bipolar, salud física, cognición, funcionalidad y calidad de vida.

"Este modelo de estadiaje se asemeja a los modelos oncológicos, es decir, no implica que el trastorno bipolar suponga un deterioro progresivo, sino que gracias a la implementación de una estrategia terapéutica adaptada al momento de la enfermedad se podrá recuperar y regresar de estadio, tal y como ocurre cuando a un paciente se le diagnostica un cáncer", precisa la autora de la investigación.

Manejo sencillo

En los 224 pacientes estudiados, la mitad se mantuvieron en el mismo estadio, algo más de un tercio progresaron o retrocedieron un estadio, y tan solo uno de cada diez pacientes presentó grandes cambios, progresando o retrocediendo dos estadios.

Lorena de la Fuente hace hincapié en que su tesis doctoral proporciona a los psiquiatras y psicólogos clínicos "una herramienta de muy fácil utilización". "Toda la información que precisa el clínico para aplicar este modelo está disponible fácilmente en las estructuras sanitarias y no supone un coste adicional significativo, ni económico ni en tiempo de los profesionales, al de la buena práctica clínica cotidiana", asevera.

Lorena de la Fuente es licenciada en Psicología por la Universidad de Oviedo y máster en Investigación en Salud Mental del Cibersam, consorcio español que aglutina a los investigadores más destacados en ámbitos psiquiátricos y psicológicos. En 2017 obtuvo una ayuda pública competitiva financiada por el Principado para llevar a cabo la tesis doctoral en el área de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo. Gracias a esta ayuda realizó una estancia de tres meses en el departamento de Neurociencias de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), lo que le ha permitido optar al título de Doctor con Mención Internacional.

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