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Los secuestradores siguieron durante días al pescador de Cudillero antes de atacarle

Los implicados, vinculados a un clan de Langreo con numerosos antecedentes por tráfico de drogas, se hicieron pasar por policías y abandonaron al joven tras propinarle una brutal paliza

La glorieta en la que los secuestradores interceptaron al pescador de madrugada. | Julián Rus.

Tres detenidos y cinco investigados es el resultado de casi un año de pesquisas de la Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo para aclarar la brutal paliza recibida por un pescador vecino de Salamir (Cudillero) que fue secuestrado el pasado mes de enero en una glorieta a la entrada de la localidad. Unos hechos que provocaron una enorme alarma social, especialmente en el concejo y en la comarca de Avilés, y que se llegaron a relacionar con el hallazgo de varios fardos de cocaína en la costa asturiana en el verano de 2018 y durante varios meses. La víctima insistió entonces que no tenía nada que ver con aquello y fuentes de su entorno y conocidos aseguraron que lo tuvieron que confundir con otra persona.

Los arrestados, que ya pasaron a disposición judicial, son vecinos de los concejos de Soto del Barco, Oviedo y Langreo. En el caso de los investigados, todos residen en el municipio de Langreo, tres de ellos son supuestos autores de los delitos de secuestro y lesiones, y un hombre y una mujer lo son de un delito de encubrimiento. Todos ellos están vinculados con un clan afincado en Langreo, con numerosos antecedentes relacionados con el tráfico de drogas, según la Guardia Civil.

El secuestro y la agresión se produjeron sobre las 5.45 horas del 9 de enero pasado. El pescador, que operaba en la ría de San Esteban-Muros del Nalón, acabó su jornada laboral y regresaba a su domicilio. En la zona conocida como La Tejera, un turismo con una luz rotativa azul, simulando un vehículo policial camuflado, le detuvo cortando la carretera.

Según el relato del Instituto Armado, que coincide con el publicado por LA NUEVA ESPAÑA en aquel momento, varias personas se identificaron como policías y sacaron al hombre bruscamente de su furgoneta, le taparon el rostro y le ataron los brazos a la espalda con unas bridas, para luego subirlo al supuesto coche policial y abandonar el lugar a gran velocidad. Iniciaron entonces un trayecto que se prolongó durante más de una hora.

En el transcurso del viaje, los secuestradores amenazaron de muerte al pescador con lo que podría ser un arma de fuego y le propinaron varios golpes en la cara, causándole lesiones graves. Posteriormente le liberaron, maniatado y encapuchado, en una zona boscosa a unos 400 metros de su casa.

El joven consiguió llegar a la carretera y luego a su casa, desde donde fue trasladado al Hospital San Agustín de Avilés para curar de las heridas y la rotura del tabique nasal que le causaron sus secuestradores.

La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo inició entonces las investigaciones en lo que bautizó como "operación Kalahari", y comprobó que los responsables estaban "altamente especializados". Así, según el relato de los investigadores, no dejaban nada al azar y utilizaban "multitud de medios y tácticas" para extremar su seguridad y no ser detectados.

Los agentes llegaron a "demostrar" que la víctima no había sido escogida al azar, sino que había sido sometida a una vigilancia previa los días antes de su secuestro y que los implicados se habían desplazado en vehículos a nombre de empresas sin actividad ni posibilidad de contacto, con turismos a modo de lanzadera, teléfonos a nombre de terceros, e incluso llegaron a captar a otras personas no relacionadas directamente con el clan langreano.

La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo resaltó en un comunicado la "extrema dificultad" de las investigaciones. Pero "el exhaustivo análisis" de los diferentes datos que iban obteniendo, "permitió ir deshilando un entramado de información, confeccionado deliberadamente por los implicados, uniendo de este modo los diferentes indicios obtenidos hasta la convicción de que la autoría de los hechos estaba directamente vinculada con un clan afincado en Langreo, con amplios antecedentes relacionados con el tráfico de sustancias estupefacientes".

Las detenciones se realizaron el pasado jueves, día 26, por la mañana y los arrestados pasaron a disposición judicial como presuntos autores de los delitos de secuestro, con el agravante de simular pertenecer a la Policía, lesiones y encubrimiento.

La Guardia Civil de la Comandancia de Oviedo da por cerradas las investigaciones de este caso ocurrido a principios de año, y que "tanta alarma social había creado en la provincia, por lo inusual y temerario, lo que provocó además una amplia repercusión mediática", resaltó la Benemérita en su comunicado.

Y es que muchas personas lo llegaron incluso a relacionar con la presencia de personas desconocidas de nacionalidad colombiana que se vieron por el occidente asturiano en el tiempo transcurrido entre la aparición de los fardos de cocaína y el secuestro y la agresión ahora resueltos.

Los datos

El secuestro. Los secuestradores cubren el rostro del joven, le atan los brazos con bridas y se lo llevan en su vehículo

La agresión. Los delincuentes amenazan de muerte a su víctima y le dan una paliza antes de abandonarlo

La simulación. Un coche con luz rotativa azul obliga a la víctima a parar y varias personas se identifican como policías

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