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Abrir playas, casi imposible al exigirse delimitar parcelas cada dos metros

Barbón critica que se traten los arenales del Cantábrico igual que los del Mediterráneo | Cumbre de alcaldes costeros el lunes para buscar una salida

Dos usuarios, ayer, en la playa de Los Quebrantos, en San Juan de la Arena (Soto del Barco), aún con los restos de las mareas del invierno. MARA VILLAMUZA

Resaca a tres bandas con la apertura de las playas asturianas, una medida que sería posible este lunes, con la entrada de Asturias en la fase 2, pero que peligra por los requisitos impuestos por el Ministerio de Sanidad, sobre todo en la acotación de espacios para garantizar la distancia de seguridad. Salvador Illa se mostró rotundo ayer: "Las playas que no cumplan las condiciones no podrán abrir". El presidente del Principado, Adrián Barbón, cuestionó públicamente que se pretendan regular los arenales asturianos como los del Mediterráneo y la Federación Asturiana de Concejos convocó una "cumbre" de los ayuntamientos costeros para el lunes, con el objetivo de buscar una salida. PP y Foro exigieron protocolos que permitan abrir los arenales.

Una de las principales novedades de la fase 2 de la desescalada consiste en la apertura de playas y piscinas para el ocio personal. El Ministerio de Sanidad aún no tiene resuelto el protocolo que servirá de marco general a "la nueva normalidad" en los arenales de todo el país para el verano pero sí definió el pasado sábado, mediante una orden en el "Boletín Oficial del Estado", las condiciones para poder abrir las playas desde este lunes.

La mayor exigencia se centra en garantizar la distancia social los usuarios: "Se debe establecer una distribución espacial para garantizar la distancia de seguridad de al menos dos metros entre los usuarios mediante señales en el suelo limitando los espacios", dice la norma publicada en el BOE.

En la práctica, esta medida exige la parcelación de todos los arenales. La colocación de geles hidroalcohólicos en las zonas de los servicios así como la instalación de cartelería con todas las normas de higiene son otras de las condiciones exigidas a la administración responsable de la playa, que en el caso de Asturias son los ayuntamientos. Además, esas mismas medidas urgentes emplazan "a los bañistas a un uso responsable".

El ministro Illa abundó: "Las medidas tienen que cumplirse. Si hay imposibilidad para adoptar las medidas de esa orden, las playas no pueden usarse". Y fue aún más rotundo al apuntar que el Estado no financiará los gastos ocasionados por la nueva normativa: "Corresponde en todo caso a las comunidades autónomas o a los propios municipios", zanjó.

El mensaje del Ministro era esperado con gran interés el seno de la Comisión autonómica de desescalada, reunida ayer, con la participación del Principado, la Delegación del Gobierno en Asturias y los ayuntamientos. Este encuentro permitió concretar que la Guardia Civil no se encargará de vigilar el acceso a los arenales, una cuestión en la que estaban interesados varios ayuntamientos costeros que tienen una escasa dotación de Policía Local, insuficiente para atender la demanda de las playas además de sus rutinas diarias. Las palabras de Illa trasladando la responsabilidad a las autonomías o a los consistorios acotaron la competencia en la regulación de los accesos, siempre y cuando no acaben registrándose altercados que hagan necesaria la intervención de los cuerpos y fuerzas de seguridad.

El presidente del Principado, Adrián Barbón, también terció en el debate sobre el nuevo escenario que para las playas supone la fase 2 de la desescalada y no ocultó su malestar por el hecho de que las primeras exigencias no contemplen la peculiaridad de los arenales la región. "No pueden legislar pensando en las playas del Mediterráneo", declaró Barbón en una entrevista. "La parcelación en el Cantábrico no se puede hacer", valoró Barbón quien, no obstante, apostilló que el Principado hará oír sus planteamientos en la cogobernanza que, según anunció Pedro Sánchez la pasada semana, marcará la toma de decisiones en la transición hacia la "nueva normalidad" mientras dure el estado de alarma.

Los ayuntamientos costeros, a la espera de novedades durante este fin de semana, han acordado con la Federación Asturiana de Concejos (FACC) celebrar una "cumbre" el lunes para buscar una salida, aunque hay entre ellos posturas distantes. Los intereses de municipios grandes, como es el caso de Gijón, no son los mismos que los de concejos rurales con muchos menos medios.

El PP apunta a Barbón

El PP asturiano apuntó al Gobierno de Adrián Barbón y le pidió que "no eche de balones fueras" y se implique en establecer "normas claras y concretas que ofrezcan todas las garantías sanitarias y de seguridad" para el uso y disfrute de las playas de la región. Por su parte, Adrián Pumares, portavoz de Foro, registró el jueves una iniciativa donde reclama un protocolo para este verano en los arenales.

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