"Es una tragedia que nos ha dejado destrozados, pero estamos muy agradecidos del cariño que nos han mostrado ante la muerte de un niño ejemplar". Esta es la reflexión que comparte la familia de Yencer de los Santos Germosen, el joven ovetense de 19 años que murió ahogado el pasado martes en la gijonesa playa de San Lorenzo cuando trataba de salvar a su novia, de 16. "Estamos destruidos porque no le volveremos a ver nunca más, pero reconforta el apoyo recibido, no pensábamos que tuviese tanta gente que le quisiera", relata Lourdes Germosen, tía del chico, como portavoz familiar para mandar un mensaje de agradecimiento a través de LA NUEVA ESPAÑA, ya desde su casa, tras el multitudinario entierro celebrado en el cementerio del Salvador, en Oviedo.
Los besos y abrazos funcionaron como un bálsamo reparador para todos los que querían a Yencer de los Santos. "Ha sido increíble, nos han apoyado mucho y estamos sin palabras", reconoce Lourdes Germosen. Los días de velatorio estuvieron arropados por decenas de amigos, desde los compañeros del colegio La Milagrosa, donde estudió el chico, hasta los de sus equipos de fútbol de La Corredoria y Los Arcos. Más multitudinario aún fue el momento del entierro en el cementerio del Salvador, cuando una procesión escoltó ayer el féretro. Llantos desgarrados y lamentos silenciosos protagonizaron el breve responso oficiado para la ocasión. Los ramos y coronas de flores ponían color al triste momento.
El duro momento vivido por la mañana en el Salvador les hizo luego juntarse en la vivienda familiar para reposar las emociones. Su madre, Ana María Germosen, apenas podía hablar sin romper a llorar. "Somos una familia humilde, pero muy unida", aseguran. Fue el momento de hacer balance y recordar con gratitud las palabras de consuelo que les han ido brindando estos días. "Las autoridades en Gijón se volcaron con nosotros y les agradecemos todo lo que hicieron", recuerda Lourdes Germosen. De hecho, desde el Ayuntamiento se les facilitó todo tipo de atención y hasta recibieron apoyo psicológico por parte de Cruz Roja. La alcaldesa, Ana González, y el concejal de Seguridad, José Luis Fernández, no se separaron de toda la familia durante las siete horas que duró el rescate. "A Mauro Blanco -el socorrista que encontró el cuerpo al volver de madrugada a la playa, añade.
La familia Germosen también tiene palabras públicas de consuelo para S. D., la joven de El Berrón de 16 años que estaba en el agua ese día y a la que Yencer de los Santos quiso ayudar. "Está destrozada y le quedará trauma; no para de repetir que es la culpable de todo y no para de llamar para pedir perdón a mi hermana (la madre del chico)", desvela Lourdes Germosen. "No tenemos nada que perdonarle, porque eso que hizo por ella lo habría hecho por cualquiera, porque era un niño muy bueno", confirma. Las muestras de cariño recibidas estos días así lo demuestran.
