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Segunda ronda de EBAU, con temor a que suban las notas de corte y no entrar en las carreras

Un texto sobre el cambio climático abre la convocatoria extraordinaria, menos concurrida que en 2019 tras el macroexamen de junio

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Segunda ronda de la EBAU en Asturias

Un comentario de texto sobre el cambio climático en Lengua Castellana y Literatura abrió esta tarde la "repesca" de la EBAU con 530 estudiantes, 418 menos que en la convocatoria extraordinaria del año pasado. El descenso de aspirantes se explica por el mayor número de aprobados que hubo en junio en segundo Bachillerato como consecuencia de las instrucciones de Educación de "levantar la mano" en las notas. Así, la prueba de acceso a la Universidad del mes pasado fue la más atípica por las medidas de seguridad frente al covid-19, pero también la más concurrida de los últimos tiempos con 4.975 estudiantes, un 20% más que en 2019. Pese a la alta afluencia, hubo más aprobados que nunca: el 95,17% pasó la prueba y la nota media fue de un 7,4. Precisamente por ello, los jóvenes llegaron ayer a la Selectividad con temor a las notas de corte, que se dispararán en las carreras más solicitadas.

"Este año tuvimos más tiempo para estudiar por culpa de la pandemia y hay una mayor opcionalidad en el examen", comentaron los futuros universitarios a las puertas del polideportivo Florida Arena. Esta fue una de las siete sedes que acogió ayer el pistoletazo de salida de la EBAU extraordinaria, que terminará mañana. Al ser muchos menos alumnos que en la convocatoria de junio, la Universidad de Oviedo redujo las sedes de los exámenes a la mitad. Aparte de las instalaciones deportivas de La Florida, son la Facultad Padre Ossó en Oviedo, el Palacio de los Deportes de La Guía en Gijón, el IES nº 5 de Avilés, el IES Avelina Cerra de Ribadesella, el IES de Cangas del Narcea y el IES Marqués de Casariego de Tapia. Un total de 171 personas formaron parte de los tribunales. Como en junio, unas estrictas medidas de seguridad -entradas y salidas escalonadas, llegar a pie a las sedes y sin acompañante, ir de coleta o llevar mascarilla excepto para hacer el examen- marcaron la prueba.

La vicerrectora de Estudiantes, Elisa Miguélez, se mostró satisfecha con la aplicación de estas normas. Las prevenciones son las mismas que en la anterior convocatoria, según dijo, pero al contar con menos estudiantes están "más tranquilos". Eric Miyar, del IES Noreña, opinó que las instrucciones impuestas son las "necesarias" y que, por lo que ha podido ver, "se está haciendo bien". El joven llegó "tranquilo" al examen, pese a ser su primera experiencia: "Si me sale bien miraré alguna carrera que me guste y si no haré un grado superior de sonido (FP)". Álex Blanco, también del IES Noreña, confesó que no estudió mucho durante el confinamiento y que no está nervioso. "No necesito nota, solo voy a aprobar", apuntó. Cecilia Sánchez, del IES Pérez de Ayala de Oviedo, manifestó, sin embargo, que hay ciertas cosas que se podrían mejorar: "Nadie nos está tomando la temperatura y tampoco creo que haya distancia de metro y medio entre los estudiantes dentro de las aulas".

En Avilés, el 95% de aprobados de junio no fue suficiente para tranquilizar a los estudiantes. Sara Valbuena no tiene claro que el confinamiento haya sido una ayuda para dar el salto a la Universidad. Como otros jóvenes, cree que la incertidumbre de los últimos meses no compensa el tiempo ganado para el estudio. "Había mucha presión", destacó esta alumna del IES Ramón Menéndez Pidal que quiere estudiar Lenguas Modernas. A la praviana Amanda Menéndez Silva, que aspira a matricularse en Pedagogía, le traicionaron los nervios en la prueba de junio, como a su compañera Ángela. "Espero que ahora en julio vaya mejor, la sensación es de más tranquilidad", apuntó la segunda. "Esta vez voy preparado, estoy a tope", aseguró por su parte el luanquín Pablo López, aspirante a cursar Contabilidad y Finanzas en la Universidad de Oviedo. "Soy consciente de que este año han subido las notas (de corte) y las plazas son las que son. Si no lo consigo, estudiaré ADE", señaló.

La gijonesa Lucía Orosa, del instituto La Salle San Eutiquio, quiere estudiar Magisterio y Educación Primaria, carrera cuya nota de corte es un 6,40. "Estoy aquí porque tuve pendiente para junio una asignatura de un trimestre", comentó. Por su parte, Carlota Mora, el IES Jovellanos admitió llevar mal la EBAU. "Estoy muy preocupada por el examen de Latín", admitió. Cada grupo de alumnos acudió con, al menos, un profesor acompañante. María Isabel Acevedo Díaz, docente en el IES La Laboral, fue una de ellas: "Vengo para ayudarles a que se hagan al ambiente".

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