Decenas de establecimientos hosteleros recibieron durante el día de ayer el aviso de la Policía de que no podían continuar sirviendo cafés y pinchos a la puerta de sus locales para clientes que los recogían desde la calle y lo llevaban a sus oficinas. La fórmula ideada por algunos hosteleros para mantener algo de actividad y esquivar el golpe económico que supone echar la persiana se topó ayer de bruces con el rechazo de la Policía. La patronal hostelera Otea, en cambio, cree que esa práctica no supone ningún incumplimiento, por lo que pedirá al Principado que aclare “en una pregunta vinculante” si permite o no que continúe el café y pincho para llevar.
El cierre de la hostelería decretado por el Principado incluía la salvedad de que podían continuar operando aquellos establecimientos que sirviesen comida a domicilio. Además, el gobierno regional especificó que el cliente podía recoger su pedido en el local siempre que sucediese dentro del horario permitido para estar en la calle por el toque de queda. En caso contrario, es decir, a partir de las 22.00 horas, debería ser un repartidor quien llevase el pedido al domicilio del cliente.
![Café y reparto a domicilio](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/06cd2666-df12-41bc-b6d5-32d0d7380c04_16-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
La interpretación que han efectuado algunos hosteleros es que un café con pincho a media mañana constituye un pedido que el cliente recoge, en este caso a la puerta del bar, por lo que entraría dentro del apartado de comida a domicilio.
“Las fuerzas de seguridad del estado están yendo por los bares y enseñándonos un documento el que se dice que no podemos hacer pinchos para llevar. Vamos a documentar y argumentar que están equivocados. No entendemos que se pueda recoger comida para llevar a tu domicilio y un café y un pincho puedan en cambio dañar la seguridad ante el covid. Hay que extremar medidas, pero nuestros establecimientos tienen que seguir vivos como sea”, indicó el presidente de Otea, José Luis Álvarez Almeida.