El presidente regional Adrián Barbón sigue dando explicaciones sobre qué ha ocurrido en Asturias para que de ser la comunidad mejor blindada ante el covid haya pasado a tener los peores registros de ingresos hospitalarios por la misma enfermedad, en su segunda ola.

En esta ocasión sus reflexiones, que ya compartió el fin de semana en su entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, las ha trasladado a un programa televisivo nacional en horario de mañana, conducido por Sonsoles Ónega, que no dudó en relajar el discurso sobre la pandemia colándole al presidente un vídeo de jabalís de incursión por el centro de Gijón, "porque esos no parece que estén muy confinados". "Sí, tenemos un problema de gestión" de los suidos, comentó Barbón, que sin embargo aprovechó el requiebro y la anécdota para transmitir "que lo importante es reducir el número de contactos y de movimientos de la población", aunque sea a consta de que no haya actividad nocturna en las grandes ciudades y eso atraiga a los animales salvajes.

Barbón volvió a reconocer que "quizá bajamos la guardia" a la vista de los buenos datos que se iban registrando durante meses en la región "y por eso asumo también mi responsabilidad, por no haber trasladado esa tensión" que se debía mantener. El cambio de tiempo y la menor inmunidad de la población también podrían estar, dijo, entre las causas de la mala deriva.

El Presidente aseguró que a Asturias aún no le toca planear una desescalada de las medidas de confinamiento, de cara a la Navidad, "como por suerte ya están pudiendo plantearse otras comunidades" porque la situación de la pandemia no está ni mucho menos controlada en la región. "Nos queda mucha batalla aún para controlar el crecimiento de los contagios", reconoció, y eso supone que aunque el lunes se vuelva a reunir la comisión que evaluará la posible flexibilización de los cierres del pequeño comercio "creemos que la decisión dependerá de qué ocurra esta semana".