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No todos vuelven a casa por Navidad: los asturianos que tienen que pasar fuera las fiestas

Los asturianos de la diáspora descartan en muchos casos reencontrarse con sus familias en las fiestas por miedo y precaución

No todos vuelven a casa por Navidad.

¿Volveremos? Es la pregunta que estos días ronda la cabeza de miles de asturianos que residen fuera del Principado y planean qué hacer en Navidades. Lo que hasta ahora era un tiempo de reencuentro familiar y regreso a la “tierrina” se llena ahora de incertidumbre por la pandemia, las recomendaciones para evitar grupos numerosos y las complicaciones de viajar. El mierense Javier Pardo y su mujer, la gallega Susana Faba, residen en Madrid. Suelen turnarse para pasar Navidad y Nochevieja en Asturias y Galicia. Este año iba a ser especial. Acaban de ser papás del pequeño Samuel, que nació a mediados de octubre. Pero la pandemia, que ya les hizo muy duro el embarazo sin familia cerca, les complica también la Navidad. “Aún no hemos decidido qué vamos a hacer, y en todo caso, si se puede viajar, será en pequeños grupos y en casa”, explica Pardo. Los abuelos aún no conocen a su retoño: “Es duro, ni lo han podido achuchar. Ojalá pueda ser el regalo de Navidad”.

La gijonesa Alba Salas recibe la llamada de LA NUEVA ESPAÑA al poco de haber atravesado el bosque de Natchez, en el Estado estadounidense de Mississippi. Viene de haber visitado Nashville, Memphis y Nueva Orleans. Está haciendo la ruta del blues junto a su pareja, el madrileño Daniel Rodríguez. Pasará las Navidades en Odessa, la localidad del estado de Texas donde reside desde julio de 2019. Es profesora de alumnos de primer grado, lo que en España equivale a primero de Primaria. En verano se quedó sin regresar a su Gijón natal y en las fiestas navideñas su suerte no será mejor. “No me puedo arriesgar a viajar y que luego no pueda volver, porque puedo perder mi trabajo”, explica. “No sabemos si va a haber otro confinamiento o no y para tampoco podríamos abrazarnos con nuestros familiares. Es todo un poco raro”, comenta.

La entreguina Patricia Suárez reside desde el año 2002 en Reino Unido y ni se plantea ni siquiera viajar a Asturias, rompiendo una tradición. “Vuelvo todos los años, pero esta vez no había comprado los billetes porque se veía venir, espero poder ir en verano”, apuntó. Celebrará la Navidad con sus dos hijos en Reino Unido. En cambio, sí piensa ver a su familia el allerano Luis Basteiro, que reside junto a su mujer y su hija entre Huelva y Madrid. “Nosotros tenemos la esperanza de poder ir en Navidad, porque no nos imaginamos unas Navidades sin ver a la familia”, apunta, pendiente de si se levantan los cierres de autonomías.

El avilesino Miguel Esteban lleva veinte años viviendo en Londres. Es músico, pianista del Central School of Ballet. Dice que tiene la intención de regresar a Asturias estas próximas Navidades. “Aprovecho además que tengo una operación en el ojo el día 16 de diciembre”, señala. “Espero que no me cancelen el vuelo porque a muchos amigos asturianos ya se lo han cancelado. Además ya he reservado la prueba PCR que exigen ahora para entrar en España. El Gobierno británico va a dar una tregua de cinco días en Navidad para que la gente pueda viajar a ver a los familiares. Han puesto restricciones de número de personas también como en España”, apunta.

El ovetense Fernando González trabaja de ingeniero en Stuttgart (Alemania) y, si la situación de pandemia lo permite, cogerá un avión para volver a casa y pasar las fiestas con su familia y su perro. Allí, cuenta, se vive una situación similar a la de España. De momento, explica, el principal problema para regresar a Asturias está en la PCR que hay que hacerse antes de volar. “A pesar de que cuesta unos 150 euros, como todo el mundo va a volar durante los días previos a Nochebuena, es difícil conseguir cita para hacérsela”. El coste del viaje es elevado: al vuelo y la primera PCR se podría sumar una segunda para aquellos que tienen que volver al trabajo. Por todo eso, explica el ovetense, “muchos extranjeros se están planteando si volver a casa por Navidad”. Sea como sea, admiten que serán las más extrañas de sus vidas.

¿Volveremos? Es la pregunta que estos días ronda la cabeza de miles de asturianos que residen fuera del Principado y planean qué hacer en Navidades. Lo que hasta ahora era un tiempo de reencuentro familiar y regreso a la “tierrina” se llena ahora de incertidumbre por la pandemia, las recomendaciones para evitar grupos numerosos y las complicaciones de viajar. El mierense Javier Pardo y su mujer, la gallega Susana Faba, residen en Madrid. Suelen turnarse para pasar Navidad y Nochevieja en Asturias y Galicia. Este año iba a ser especial. Acaban de ser papás del pequeño Samuel, que nació a mediados de octubre. Pero la pandemia, que ya les hizo muy duro el embarazo sin familia cerca, les complica también la Navidad. “Aún no hemos decidido qué vamos a hacer, y en todo caso, si se puede viajar, será en pequeños grupos y en casa”, explica Pardo. Los abuelos aún no conocen a su retoño: “Es duro, ni lo han podido achuchar. Ojalá pueda ser el regalo de Navidad”.

Los costes de las PCR para cruzar fronteras también resultan disuasorios

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La gijonesa Alba Salas recibe la llamada de LA NUEVA ESPAÑA al poco de haber atravesado el bosque de Natchez, en el Estado estadounidense de Mississippi. Viene de haber visitado Nashville, Memphis y Nueva Orleans. Está haciendo la ruta del blues junto a su pareja, el madrileño Daniel Rodríguez. Pasará las Navidades en Odessa, la localidad del estado de Texas donde reside desde julio de 2019. Es profesora de alumnos de primer grado, lo que en España equivale a primero de Primaria. En verano se quedó sin regresar a su Gijón natal y en las fiestas navideñas su suerte no será mejor. “No me puedo arriesgar a viajar y que luego no pueda volver, porque puedo perder mi trabajo”, explica. “No sabemos si va a haber otro confinamiento o no y para tampoco podríamos abrazarnos con nuestros familiares. Es todo un poco raro”, comenta.

La entreguina Patricia Suárez reside desde el año 2002 en Reino Unido y ni se plantea ni siquiera viajar a Asturias, rompiendo una tradición. “Vuelvo todos los años, pero esta vez no había comprado los billetes porque se veía venir, espero poder ir en verano”, apuntó. Celebrará la Navidad con sus dos hijos en Reino Unido. En cambio, sí piensa ver a su familia el allerano Luis Basteiro, que reside junto a su mujer y su hija entre Huelva y Madrid. “Nosotros tenemos la esperanza de poder ir en Navidad, porque no nos imaginamos unas Navidades sin ver a la familia”, apunta, pendiente de si se levantan los cierres de autonomías.

El avilesino Miguel Esteban lleva veinte años viviendo en Londres. Es músico, pianista del Central School of Ballet. Dice que tiene la intención de regresar a Asturias estas próximas Navidades. “Aprovecho además que tengo una operación en el ojo el día 16 de diciembre”, señala. “Espero que no me cancelen el vuelo porque a muchos amigos asturianos ya se lo han cancelado. Además ya he reservado la prueba PCR que exigen ahora para entrar en España. El Gobierno británico va a dar una tregua de cinco días en Navidad para que la gente pueda viajar a ver a los familiares. Han puesto restricciones de número de personas también como en España”, apunta.

El ovetense Fernando González trabaja de ingeniero en Stuttgart (Alemania) y, si la situación de pandemia lo permite, cogerá un avión para volver a casa y pasar las fiestas con su familia y su perro. Allí, cuenta, se vive una situación similar a la de España. De momento, explica, el principal problema para regresar a Asturias está en la PCR que hay que hacerse antes de volar. “A pesar de que cuesta unos 150 euros, como todo el mundo va a volar durante los días previos a Nochebuena, es difícil conseguir cita para hacérsela”. El coste del viaje es elevado: al vuelo y la primera PCR se podría sumar una segunda para aquellos que tienen que volver al trabajo. Por todo eso, explica el ovetense, “muchos extranjeros se están planteando si volver a casa por Navidad”. Sea como sea, admiten que serán las más extrañas de sus vidas.

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