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“No nos fue tan mal”, afirman los pescadores del Occidente tras el arranque navideño

Alivio en los puertos occidentales: percebe a 260 euros el kilo y angula a 460 | En el Oriente, peor balance: “El lunes cayeron los precios”

Descarga de pescado en el muelle de Candás. | P. F.

En pleno ecuador de la campaña navideña, los pescadores asturianos ya están echando cuentas y, para la mayoría, no cuadran. El mal tiempo de las últimas jornadas, y el que se prevé a partir del domingo, unido a las restricciones en la hostelería, han hecho mella en el sector en uno de los meses clave. La cara de la moneda estuvo en los últimos días en los precios, que subieron exponencialmente en algunos casos, como de costumbre por estas fechas, sobre todo en percebes y en pescados de consumo ocasional como el besugo, lubina o rodaballo. Por el contrario, otros productos más asequibles mantuvieron su precio y apenas hubo variación con respecto a otras temporadas del año.

Los marineros de la zona occidental asturiana han sido, hasta ahora, los mejor parados. José Manuel García Alonso, patrón mayor de Viavélez, reconoce que la campaña “fue bastante bien, aunque no mejor que otros años. Los perceberos vendieron en La Coruña el kilo desde 40 hasta 190 euros. Otros años se pasaba de los 200 euros, pero viendo como está todo, no nos podemos quejar. Ahora, al mandar el marisco a La Coruña, sacamos mejores precios. Tenemos que desplazarnos, pero son mejores plazas”, explica. Más de lo mismo opina Adolfo García, patrón mayor de la cofradía de Puerto de Vega. “Estamos muy satisfechos por los precios que hubo. El percebe se vendió el más caro a 260 euros”, comenta.

El patrón mayor de la cofradía de Cudillero, Salvador Fernández Marqués, reconoce que hace unas semanas albergaban serias dudas sobre cómo sería la campaña navideña. Y ahora, en el ecuador de la misma, asegura que “fue bastante mejor de como pensábamos porque creíamos que iba a ser un desastre, catastrófica, pero no. Eso sí, el incremento de los precios se produjo en los últimos cinco días y no ya desde principios de mes, como otros años, debido a que no hubo cenas ni comidas de empresa, y eso sí que se notó”, explica. Los precios, en lo que respecta a la angula, un producto gourmet, fueron más altos que otros años. “Pescamos menos angula pero se llegó a vender por 460 euros. El año pasado, entre noviembre y diciembre, el precio medio fue de 350 euros y este año, de 420 euros”, añade el patrón pixueto.

Rodrigo Maseda González, patrón mayor de Tapia de Casariego, ansía con que los precios se mantengan hasta finales de año y reconoce que “la campaña está siendo mejor de lo esperado viendo la crisis que hay. Esperemos que continúe hasta Nochevieja”. En este sentido, Lucas López Suárez, patrón mayor de Oviñana, no ve el futuro cercano nada halagüeño. “Hasta ahora la campaña fue bastante bien, pero se va a estropear todo porque dan malos partes para los próximos días y no se va a poder salir a pescar”, lamenta. No obstante, admite los buenos precios de las últimas jornadas. “Tuvo buen precio el virrey, el besugo y el rodaballo, pero otros pescados de consumo diario apenas variaron. Otros años, sobre todo con el percebe, del 15 al 25 de diciembre se vendía muy bien por las cenas de empresa, pero este año se concentró la subida en pocos días”, explica.

Otro de los salvavidas para los pescadores occidentales fue el poder dar buena salida a los pulpos, gracias a la certificación MSC con la que cuenta este producto, cuyo precio hace que ascienda debido a su calidad y valor añadido. Juan Luis Fernández Fernández, patrón mayor de Figueras, admite que “el pulpo está saliendo a buenos precios y muy bien. Esperemos que aguante hasta enero”.

Al otro lado del Cabo Peñas, los marineros del oriente asturiano admiten que lo que va de campaña navideña está resultando peor de lo esperado debido a dos factores. Por un lado, el aumento de precios no llega a ser ni parecido al de otros años y, por otro, hubo una gran oferta de pescado a principios de semana debido a que abrieron la veda a faenar los fines de semana y días festivos, para paliar las jornadas con cero capturas en días de mala mar. Carlos Manso Rodríguez, secretario de la cofradía de pescadores de Lastres, admite que “los primeros días de venta los precios eran esperanzadores pero el lunes sufrieron un desplome que no se veía hacía años. Observamos mejores precios la semana anterior a Nochebuena que ésta. El hecho de habilitar los fines de semana para ir a la mar provocó que en Avilés el lunes hubiese muchísimo pescado, había más oferta que demanda y los precios cayeron para poder dar salida al material”, señala. Con este panorama, la situación es crítica y sin visos a que se solucione pronto. “Las restricciones, tanto en la hostelería como en las reuniones familiares, condicionaron la venta de piezas grandes. Esperemos que los precios se mantengan los próximos días. Si es así y se estabilizan, sería para darnos con un canto en los dientes”, añade.

Manuel Buenaga Palmero, patrón en Ribadesella, admite que la situación, aunque mala, “está dentro de lo esperado en cuanto a precios”, y añade que los pescadores, aunque no están haciendo el agosto en diciembre como otros años, “somos unos privilegiados por poder trabajar y llevar algo a casa”, sentencia aliviado.

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