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Sorprendidos por la nieve en Año Nuevo

La nevada, que dejó temperaturas de hasta 5 grados bajo cero, dificulta el regreso de numerosos asturianos que pasaron la Nochevieja en la montaña

Una pala retira la tierra del argayo en Caleao. | L. Murias

La familia formada por Enrique Castañón y Rocío Solís, con su hijo Aiker, residentes en Moreda (Aller), no esperaban que su cambio de año fuese tan movido. A bordo de una caravana, se dirigieron a Caleao, en Caso, a pasar la Nochevieja, pero fue tal la cantidad de nieve que cayó del 31 de diciembre al 1 de enero que por la mañana tuvo que auxiliarles una máquina quitanieves para poder salir del camping “Los Arrudos”, donde habían pasado la noche. No solo eso. A menos de dos kilómetros de Caleao, a eso de las dos de la tarde, se produjo un pequeño argayo en la vía que une esta localidad casina con la carretera de Tarna (AS-117). Un árbol se vino abajo, llevándose parte de la tierra adherida a las raíces. La familia quedó atrapada durante más de una hora, hasta la llegada de una excavadora municipal, que despejó la carretera. Finalmente, a eso de las tres y media de la tarde, la carretera quedó expedita, y la familia Castañón-Solís pudo regresar a casa.

La familia Castañón-Solís, atrapada por un argayo. | L. Murias

Es solo una de las historias que se han vivido en la montaña asturiana este Año Nuevo cargado de nieve. “Año de nieves, año de bienes”, sentenciaban Gabriel Cachero y Carmen Blanco, que en la mañana de este primero de enero decidieron dar un paseo desde la localidad en la que viven, Villamorei, en Sobrescobio, hasta Castro. Iban pertrechados con paraguas, pero en un momento dado se formó “una ventisca tan fuerte”, en palabras de Carmen Blanco, que le destrozó literalmente el paraguas, por lo que tuvieron que regresar. “No es la primera nevada que cae este invierno”, señalaba Gabriel Cachero. “Esperemos que esta nieve se lleve el coronavirus”, deseaba este vecino de Villamoréi.

Juan Ramón González lleva víveres a sus familiares. | L. M.

La nieve no exoneró a los ganaderos de acudir a alimentar sus animales. Tobías González, residente en Caleao, regresaba a eso de las dos de la tarde de La Concejala, donde tiene media docena de vacas. Ni siquiera el Año Nuevo le eximió de alimentarlas. También acudió a ver a sus reses Juan Ramón González, alcalde de la parroquia de Caleao, que aprovechó el viaje para subir suministros a los vecinos más añosos de la localidad. “Para los animales no hay fiesta”, señalaba.

Óscar Montoya, su padre Óscar, Marcos Cuervo y Rosana Ovín. | L. M.

En el camping de la localidad, una familia de Oviedo decidió pasar unos días en la montaña, a pesar de la nevada. “Compramos una caravana en junio y la aprovechamos”, comentó Óscar Montoya. La nevada obligó a cerrar la autopista del Huerna (AP-66) a los vehículos pesados. Los turismos y autobuses sí pudieron atravesarla, pero a 60 por hora. La carretera de Pajares (N-630) también quedó vedada a vehículos pesados, mientras que el resto de los vehículos sí pudieron cruzarla, aunque con cadenas y a 30 por hora. Además, cinco puertos –La Marta, San Isidro, El Connio, Tarna y Ventana– quedaron cerrados, y se exigían cadenas en El Palo, Lavadoira, Pozo de las Mujeres Muertas, La Faya de los Lobos, La Bobia, Rañadoiro, Leitariegos, Collada de Arnicio, Cerredo, Campillo, El Acebo y Tormaleo. También se obligó a cadenas en San Ignacio, La Cobertoria, Somiedo, San Lorenzo, Campo del Río, Piedratecha, Bustellán y la Casa del Puerto.

Asturias, casi el triple de lluvia de lo habitual

Asturias se anegó el pasado diciembre. Las precipitaciones acumuladas a lo largo de todo el mes en la región llegaron a ser, según zonas, entre el doble y el triple de los valores medios de otros años. Así, en Gijón se llegaron a registrar en todo el mes hasta 314 litros por metro cuadrado. Ya diciembre de 2019 había sido especialmente lluvioso, con acumulaciones por encima de la media, aunque sin llegar a las cifras del pasado mes. También las temperaturas han estado ligeramente por encima de las medias de otros años, siguiendo la tendencia que ya apuntó el mes de diciembre de 2019. La previsión para los próximos días no puede ser peor. Las precipitaciones continuarán en toda la región en los próximos días en forma de nieve a partir de 500 metros, bajando incluso a los 200 a mediados de la semana que viene. En las zonas de menor altitud habrá precipitaciones abundantes. Las temperaturas máximas se moverán entre los 6 y 7 grados en Oviedo, y las mínimas bajarán a dos grados bajo cero. Se hace necesario por tanto el abrigo para, al menos, los próximos diez días. En las zonas de montaña esperan que la nieve cuaje como no lo hizo en las anteriores nevadas, que no dejaron grandes grosores de nieve. Para estos días se espera que queden grosores de hasta treinta centímetros, de forma que puedan realizarse raquetadas en casi cualquier punto de la cordillera, aunque en las zonas altas se precisa de crampones.

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