El día de Año Nuevo, Virgilio García dejó aparcada la furgoneta con la que se desplazaba al trabajo cerca de la entrada de la embotelladora Agua Cuevas. Allí se encontró con una empleado de la empresa que le deseó un feliz año. “Me quedan tres añinos, o sea que vamos para allá”, comentó García, quizá para consolarse por tener que trabajar en una fecha tan señalada, antes de montarse en la fresadora camino del puerto. Ya no volvería a bajar. Su desaparición y las cada vez más escasas posibilidades de encontrarle con vida han dejado noqueados a quienes le conocía. Y es que era un hombre bonachón y campechano, trabajador y conocedor de lo que se traía entre manos. Algunas de las personas a las que franqueó el paso tras quedar atrapadas en la nieve vienen mostrando su dolor estos días. Virgilio no solo cumplía con su trabajo de despejar la carretera, sino que tranquilizaba a los atrapados en momentos de gran tensión. Eso es lo que trataba de hacer este viernes cuando una traicionera avalancha lo arrastró, destrozando su máquina quitanieves.
Ayer por la mañana, empleados del servicio de mantenimiento de carreteras del Principado, despejaban con palas un camino para poder sacar la furgoneta, rodeada de casi dos palmos de nieve tras las fuertes precipitaciones registradas en los últimos días. Los trabajadores se mostraban especialmente dolidos con todo lo ocurrido. “Estamos realmente fastidiados, nadie se acuerda nunca de nosotros, salvo cuando pasan estas cosas”, lamentaba uno de los trabajadores, mientras paleaba la nieve.
Junto a ellos, estaba aparcada una fresadora similar a la que el alud se llevó por delante cerca del Mirador de Zuvillaga. La máquina, de unas quince toneladas, conducida por Francisco Álvarez Sanz, tenía que ser trasladada al parque de maquinaria de La Tenderina para su reparación. Fue allí, en ese parque, donde trabajó mucho tiempo Virgilio García como mecánico, antes de dedicarse a la conducción de la maquinaria pesada para despejar la nieve de las carreteras. Antes también había manejado palas en diferentes puntos de Asturias, como Pravia, según indica un empleado de mantenimiento de carreteras.
En 2018, un impresionante muro de nieve dejó incomunicado el acceso a San Isidro
En 2018, un impresionante muro de nieve dejó incomunicado el acceso a San Isidro. Estas imágenes fueron tomadas por Virgilio García, quién trató de abrir paso y apartar la nieve del camino en unas jornadas en las que, igual que en estos primeros días de 2021, no dejó de nevar en la zona. Quien aparece en el vídeo es Avelino Alonso Blanco, de Felechosa, que durante años fue compañero de trabajo del operario que aún permanece desaparecido. Alonso habla con mucha emoción de quien fue su compañero: forjaron una amistad de gran solidez, hasta el extremo de pasar días de descanso juntos. Eran como de la familia e incluso planificaron vacaciones conjuntas una vez que se jubilasen. "No sé si hubiera sido bueno o malo que el fatídico día hubiéramos sido pareja en la fresadora", dice Avelino Alonso.
