El gigante de la logística Amazon analizó otras posibilidades de ubicación antes de decantarse por el polígono de Bobes, en Siero, para su previsión de implantar en Asturias uno de sus centros de mayor tamaño, el que pretende desarrollar para dar servicio a la zona Norte de España. Una de las localizaciones que estuvieron “ojeando” fue la Zona de Actividades Logísticas (Zalia), en Gijón. Pero el área se descartó por no disponer de un espacio con la infraestructura y las conexiones viarias que se consideraban necesarias para el desarrollo de un proyecto del calado y las dimensiones del que la multinacional tiene entre manos.
En Gijón faltaban, según algunas fuentes, las condiciones “idóneas” para una instalación de las características previstas en el proyecto. Fundamental en el descarte fue la ausencia de mejores conexiones viarias. También, por otro lado, se tuvo en cuenta, según algunas fuentes, la ausencia de una subestación eléctrica adecuada para atender la demanda que generará la actividad. Sí cumplió desde el principio con los requisitos necesarios el polígono de Bobes y “ya no miraron más”. En el área industrial sierense, Amazon prevé ocupar una superficie cercana a los 200.000 metros cuadrados. Se trataría de una fase aún no urbanizada, la segunda. La operación estaría muy cercana ya a concretarse, después de más un año negociándose en el más absoluto de los secretos, debido a las cláusulas de confidencialidad que rigen los acuerdos previos en este tipo de conversaciones.
Bobes es un emplazamiento ideal: tiene el suelo necesario y está en el centro de la región, pero además no ofrece ningún problema desde el punto de vista de las conexiones viarias y por autovía. De hecho, la modificación del plan parcial de Bobes que ya está marcha para dar cabida al proyecto, cambia en parte el diseño viario del interior del polígono en la zona prevista para la multinacional.
La gran área industrial de Siero resultó la más ventajosa: suelo necesario, ubicación en el centro regional y conexión viaria
Hace pocos meses, el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, señaló, coincidiendo con la inauguración de la primera fase urbanizada del polígono, que la idea era dejar, al menos, el proyecto de la segunda rematado este mismo mandato. Ahora se sabe que, ya por aquel entonces, había un creciente interés de Amazon por ese espacio aún por desarrollar.
Algunas fuentes directas señalan incluso que los contactos se iniciaron en una fecha más cercana a hace dos años que a uno, por lo que coincidiría con la puesta en marcha de la planta de Meres, una instalación que, según la propia empresa, ha superado todas las expectativas de rendimiento.
Fuentes oficiales de la empresa rehusaron ayer hacer cualquier declaración al respecto de sus planes de futuro en Asturias. De fondo existe un contrato de confidencialidad (similar al que marcó la llegada de la multinacional logística a Meres), que evita cualquier pronunciamiento hasta que se cierre definitivamente la operación.
Con todo, la iniciativa, que generaría más de un millar de empleos –una cifra que algunas fuentes elevan hasta aproximarla a los dos mil– estaría ya a punto de cerrarse, tal y como ha podido saber este periódico. Su implantación hará necesario unificar 25 parcelas que inicialmente tenían un menor tamaño, y desplazar una empresa de lejías ya situada en la zona. El acuerdo con esta empresa afectada es “cuestión de días”.
Por otro lado, aunque no influya directamente en el proyecto de Amazon, el Ayuntamiento de Siero recepcionará las obras de la primera fase del área industrial en las próximas semanas, lo que viene a confirmar que la Administración municipal quiere evitar cualquier traba a quienes se quieran instalar allí.
