La sanidad asturiana vivió ayer un día de gloria a nivel nacional, muy justificado, al poder exhibir sus cifras de vacunación anticovid, las segundas más elevadas de España, sólo por detrás de Canarias. Ayer mismo se completó la aplicación de las 12.020 dosis recibidas por el Principado en la primera remesa –el pasado 28 de diciembre– y se comenzó a administrar las 11.700 llegadas en el segundo envío, anteayer, lunes, día en el que el laboratorio Pfizer se ha comprometido a hacer llegar los pedidos tramitados.

Si todo avanza sin contratiempos, este próximo viernes estará puesta la primera dosis de la inmunización a todos los residentes y cuidadores de los geriátricos y centros de día anexos, con un grado de aceptación aproximado del 92 por ciento sobre un colectivo global de unas 23.000 personas.

El siguiente paso comenzará el próximo lunes, día 11. Para esa fecha está programado el inicio de la primera dosis de los profesionales sanitarios que trabajan en primera línea frente al covid. Se trata del personal de los servicios de urgencias de hospitales y atención primaria; de toda la plantilla de la red de centros de salud; y de los trabajadores de las unidades de hospitales que atienden a enfermos infectados y sospechosos. El consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, declaró anteayer que el inicio de estas inmunizaciones sería inminente, pero la previsión que se manejaba ayer es que arranquen el lunes.

Como es bien conocido, las dos dosis de la vacuna de Pfizer han de ser administradas con un intervalo de 21 días. Pues bien, ese requisito obliga a que el domingo día 17 arranque la aplicación de la segunda dosis en las residencias, con una secuencia calcada a la de la primera que debe concluir el día 29. Sobre el papel, siete días después de esa segunda dosis, los mayores que viven en residencias, colectivo más vulnerable, estarán protegidos frente al covid-19 pandémico.

Pero por el medio está previsto que acontezca algo novedoso: la llegada de una remesa de vacunas –en un número no determinado– de Moderna, cuyas dos dosis se aplican con un intervalo de 28 días. La eficacia de este tratamiento preventivo es muy similar al de Pfizer –en torno al 95 por ciento– pero cuenta con la ventaja de que las vacunas no necesitan permanecer ultracongeladas, lo que facilita su manejo.

De ir todo según lo previsto y disponer de las dosis necesarias, en la primera semana de febrero recibirían la segunda dosis los trabajadores sanitarios de primera línea.

El siguiente paso será inmunizar al resto del personal sanitario y sociosanitario y, como cuarto grupo, a los grandes dependientes que no estén institucionalizados.

Cantabria y Cataluña

En Cantabria, donde el índice de aplicación de la vacuna es muy bajo, el Sindicato de Enfermería (SATSE) ha subrayado, “ante las insinuaciones vertidas por distintos responsables de la comunidad autónoma”, que el retraso en la administración de la vacuna “no se debe a la falta profesionalidad de las enfermeras”. En un comunicado público, el SATSE destaca que Cantabria “tiene el vergonzoso honor de encabezar la lista de comunidades autónomas que menos vacunas han administrado”.

Según el sindicato, “las enfermeras y sus supuestos días de descanso no son la causa del retraso que arrastra la comunidad en la administración de vacunas desde el inicio de la campaña, el pasado 27 de diciembre”. La organización sindical agregó que las causas “son externas y se deben a cuestiones como recepción, manipulación y gestión”.

En el contexto de estas valoraciones, conviene recordar que LA NUEVA ESPAÑA publicó el pasado sábado como tanto el último día de 2020 como el primero de 2021 la vacuna fue aplicada en las residencias de mayores de Asturias.

Otro dato comparativo. Los equipos de vacunación preparados por el departamento de Salud de Cataluña habían inmunizado ayer a 10.475 personas, de ellas 2.182 en las 24 horas anteriores, según datos actualizados por la Generalitat. O sea, que en toda Cataluña se habían aplicado menos dosis que en Asturias, teniendo la comunidad catalana 7,5 veces más habitantes que el Principado.

Casado exige al Gobierno central que lidere la pandemia y coordine la campaña de vacunación

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, exigió ayer al Gobierno central que coordine la campaña de vacunación contra el covid “y no se esconda en las comunidades autónomas”, al tiempo que le reclamó “menos propaganda y más eficacia”. “No hay un solo país de Europa en el que el Gobierno se esté ocultando en administraciones regionales”, destacó el líder de la oposición. Casado sostuvo que el Ejecutivo, y singularmente su presidente, Pedro Sánchez, deben liderar “de una vez” la pandemia. “Si se tiene que contratar más personal sanitario, que se haga, y si el personal médico del Ejército puede ayudar, que lo haga, pero sobre todo que el Gobierno lidere”, como están haciendo otros ejecutivos europeos, indicó el máximo responsable popular, quien en ningún momento aludió a que Madrid, comunidad gobernada por el PP y Ciudadanos, es la que presenta una de las tasas de aplicación de las vacunas más exigua de todo el país. A juicio del presidente del PP, la coordinación de la campaña de vacunación no puede ser consistir solo en “poner pegatinas en casas” sino en “planificar” que la vacuna llegue “a todo el mundo”. “Si el Gobierno hacía propaganda en la llegada de la vacuna, ahora no puede desentenderse en las comunidades autónomas a la hora de administrarla”, subrayó. Además de “más eficacia” y “menos propaganda”, Casado reclamó al Ejecutivo de Pedro Sánchez que deje de “hacer campaña a costa del Ministerio de Sanidad”, sobre todo cuando este departamento, a su juicio, tiene una gestión “terrible”, con casi 80.000 fallecidos por coronavirus y a punto de alcanzar los dos millones de contagiados por este virus. De otro lado, la Comunidad de Madrid abonará a Cruz Roja 133.512 euros mensuales durante medio año por la prestación de un servicio de apoyo a la vacunación del covid-19, según informó ayer el periódico “Eldiario.es”. Se prestará de lunes a viernes laborables, en horario de 9.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 21.00 horas, por doce equipos de vacunación –en total 25 personas– durante la vigencia del contrato.