El georradar en el que están puestas las últimas esperanzas de dar en poco tiempo con Virgilio García, el operario de carreteras sepultado desde Año Nuevo en el puerto de San Isidro, llegó ayer procedente de Riga, la capital de Letonia, y esta mañana sobrevolará, si las condiciones meteorológicas lo permiten, el área de la avalancha. El aparato, que tiene un peso aproximado de unos cinco kilogramos, se acoplará a un dron, que ha sido cedido de forma altruista por la empresa GAM, para volar en la zona del alud con el objetivo de intentar localizar al trabajador desaparecido. Han sido los compañeros del hijo de Virgilio García, investigador en Arcelor, quienes han posibilitado esta operación, después de reunirse con expertos de la Universidad de Oviedo en días pasados. El Servicio de Emergencias (SEPA) apoyará, a nivel logístico, el desarrollo de este vuelo previsto para esta mañana.
La previsión del tiempo para hoy es favorable para llevar a cabo el vuelo del aparato
Ayer, jueves, fueron los efectivos del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de la Guardia Civil, a bordo de su helicóptero, quienes sobrevolaron la zona del alud de nieve en el puerto de San Isidro. El vuelo pretendía determinar la estabilidad de la nieve en esa zona y analizar si se hacen necesarias microvoladuras para despejar el área y facilitar una posible actuación en tierra. Uno de los miembros del Greim de Mieres, el agente Juan José Santar, apuntó en días pasados a esta posibilidad. Otra opción sería generar un “campana sónica” para hacer caer la nieve y que esta deje de ser un peligro para los equipos de rescate que se desplacen al lugar de la avalancha, un lugar con un 70 por ciento de desnivel, en el que es necesario trepar, escalar e incluso rapelar, partido además por un arroyo, y donde apenas pueden concentrarse cuatro o cinco rescatadores a la vez, dado la estrechez de la canal. Además, cuenta con nulas vías de escape en caso de que se produzca un nuevo alud, lo que obligaría a establecer más medidas para asegurar, desde los costados, las evoluciones de los rescatadores, provistos con sondas y palas y apoyados por la Unidad Canina.
Durante el vuelo de reconocimiento de la mañana de ayer, los agentes del Greim detectaron grandes grietas en la nieve, como ya habían hecho el día anterior los miembros del equipo de rescate de Bomberos del SEPA. Estas grietas evidencian un riesgo cierto de nuevas avalanchas, circunstancia que impidió que se reanudase la búsqueda del operario desaparecido.
La actuación de la Guardia Civil formaba parte del operativo de rastreo que coordina el jefe de Bomberos de la Zona Centro, Francisco Barreñada. Junto a él, en el puesto de mando avanzado ubicado en Felechosa, se encuentran también efectivos del Grupo de Rescate de Bomberos, de la Unidad Canina de Rescate del Principado de Asturias y personal de logística de Bomberos.
El georradar venido de Letonia podría facilitar mucho la localización del cuerpo de Virgilio García, cuyas posibilidades de supervivencia, pasados tantos días, son nulas. El aparato podría localizar el punto donde se encuentra el cadáver, pero la actuación para recuperarlo debería ser rápida, puesto que las avalanchas se van moviendo. De haber llevado un dispositivo de localización, la recuperación del operario desaparecido habría sido menos complicada. Algunas personas resaltaron esta circunstancia. Se trata de aparatos que no son especialmente caros y que incluso se insertan en la ropa especializada de esquí o montaña. Los miembros de los equipos de rescate asturianos utilizan un localizador (de la marca Arva) muy extendido entre los alpinistas.
La previsión del tiempo para hoy, viernes, es favorable al vuelo de este aparato. El sábado, sin embargo, volverá a nevar en la Cordillera, con la llegada a la región de la borrasca “Filomena”. Esto provocará un nuevo parón en la labores de rescate, aunque el martes habrá una mejoría que permitiría retomar los trabajos.
La tecnología que se pondrá a prueba hoy, viernes, en el puerto San Isidro ya se ha utilizado con éxito en los países escandinavos y los bálticos. Por razones obvias, el georradar no detecta calor, sino elevaciones del terreno compatibles con la presencia de un cuerpo humano.
Convocan una protesta en Cuevas para la semana que viene por la falta de seguridad
Trabajadores de las estaciones de esquí de San Isidro (León) y Fuentes de Invierno, así como esquiadores y vecinos en general protagonizarán el domingo 17 una protesta pacífica en la localidad allerana de Cuevas ante la falta de seguridad en el puerto de San Isidro. Patricia Zapatero, una de las organizadoras, explica que “estamos cansados de que no se nos haga caso, ya que llevamos mucho tiempo dando cuenta sobre los problemas de aludes en la carretera y ha tenido que pasar una desgracia para que la Administración se dé cuenta del problema”.
La protesta tendrá lugar a las ocho de la mañana, una hora que “suele ser cuando más tráfico tiene la carretera por el acceso a las estaciones”. Y será, como apuntó Zapatero, “totalmente pacífica, no pretendemos cortar la carretera, queremos que se visualice el problema. Además, guardaremos todas las medidas de prevención”. No olvidan que estamos en plena pandemia.
Zapatero explicó que, para el desarrollo de la protesta, han solicitado autorización para un máximo de 2.000 personas. “No sabemos si seremos cien o mil, pero queremos estar preparados”, añadió. También solicitan que se involucren con su causa la hostelería local y la ganadería, “que también son sectores afectados”.
“SOS San Isidro”
Para reforzar su protesta, han creado un grupo en Facebook denominado “SOS Puerto de San Isidro SOS”, que en solo cuatro días ya ha superado los seiscientos seguidores. “Sabemos que se destinó dinero para solventar el problema de los aludes que nunca llegó, y lo que sí llegó fue totalmente insuficiente”, apunta Zapatero. Y destacó que la suya “es una reivindicación justa, para todo el mundo, no solo para el acceso a las estaciones, ya que el puerto de San Isidro también es una conexión con la Meseta”.
La propia viuda del operario fallecido en la avalancha, César Fernández, resaltó que hacía seis años que sabían que había un problema con las avalanchas. Vecinos de Cuevas aseguraron que en la ladera del Pico Torres las barreras antialudes son incapaces de detener las avalanchas. En los últimos días se han planteado diferentes soluciones, desde la ampliación de las viseras a la construcción de un túnel, un puente que salve la curva donde se produjo la avalancha o incluso un cable que permita subir a las estaciones aunque la carretera esté cerrada.
