Hay tres datos que ayudan a entender la inquietud que suscita la evolución reciente de la pandemia de covid-19 en Asturias. En la última semana de 2020, Asturias registró 110 nuevos casos de coronavirus entre mayores de 65 años. Frente a esta cifra, en estos siete últimos días se han contabilizado 433, casi el cuádruple. Segundo: las pruebas diagnósticas del covid realizadas en la región alcanzaron anteayer viernes el 10,1 por ciento de positivos, una cota desconocida desde el pasado 13 de noviembre, casi en el pico de la segunda ola, y que significa “un alto nivel de transmisión” del virus –según la Consejería de Salud– que afecta especialmente al área sanitaria de Avilés.

Y, tercera, la cifra de pacientes con covid ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales de Asturias experimentó el viernes un notable repunte –de 55 a 62– que no se ve compensado por la disminución de enfermos de coronavirus en las plantas.

Todo ello sirve, al menos en parte, para explicar por qué el Gobierno de Asturias anunció ayer que implantará a partir de mañana lunes una estrategia de medidas restrictivas basadas en criterios demográficos e indicadores de riesgo con el objetivo de reforzar la protección de la ciudadanía frente al coronavirus y anticiparse al recrudecimiento de la pandemia.

Estas medidas, de carácter local, conllevarán restricciones extra a las hasta ahora están vigentes. Se comunicarán mañana, lunes, y entrarán en vigor el martes. Según los datos a día de ayer, Avilés, Castrillón, Corvera y Langreo deberían cerrar el martes sus accesos y el interior la hostelería, destacó el consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, en un anuncio atropellado y confuso de medidas complejas y de notable impacto que merecen explicaciones más sosegadas y rigurosas.

“Vamos a tomar medidas más restrictivas y de una manera proporcionada. El objetivo fundamental es evitar el colapso de los hospitales y particularmente las camas de UCI”, añadió el titular de Salud.

“Vamos a tomar medidas más restrictivas y de una manera proporcionada. El objetivo fundamental es evitar el colapso de los hospitales y particularmente las camas de UCI”

Las nuevas restricciones, aplicables de manera gradual y con criterios homogéneos, dependerán de la gravedad de los datos de cada momento. Entre ellas, se incluyen algunas de las que ya ha implantado el Principado en algunas fases de la crisis epidémica, como los cierres perimetrales, la limitación de las reuniones a cuatro personas, el cierre del interior de los bares –sólo se permite el consumo en terraza– o la clausura de las superficies comerciales a excepción de los supermercados de alimentación, que se han estado considerando esenciales durante toda la pandemia.

La Consejería de Salud ultima la nueva resolución, que se publicará mañana en el Boletín Oficial del Principado (BOPA) y entrará en vigor a las 00:00 horas del martes, 19 de enero. Esta decisión, que se adopta tomando en consideración que el alcance de la epidemia es todavía desigual en las distintas áreas geográficas, conllevará la monitorización diaria de los diferentes concejos.

De este modo, se realizará un seguimiento exhaustivo de la incidencia general y la que afecta a persones mayores de 65 años, así como de la trazabilidad (porcentaje de casos de los últimos siete días cuya fuente de contagio está identificada).

La Consejería de Salud ha establecido tres niveles demográficos, atendiendo al número de habitantes, con indicadores y valores para cada uno de ellos. El grupo 1 estaría formado por los municipios de más de 30.000 habitantes, el grupo 2 por los que tienen entre 30.000 y 10.000 y el grupo 3, por concejos con menos de 10.000 habitantes.

En los municipios incluidos en los grupos 1 y 2 que alcancen una situación de nivel 4+ (riesgo extremo) se aplicarán de forma automática medidas restrictivas para todo el territorio del concejo. En cuanto a los municipios del grupo 3, con menor población, las actuaciones se adaptarán a las necesidades que se detecten. No obstante, si en estas áreas se confirmara la transmisión comunitaria del virus, podrán implantarse las mismas restricciones que para el resto de los grupos.

Treinta concejos del centro con indicadores de gran riesgo para los vulnerables

Una treintena de concejos de Asturias, situados en su mayoría en el centro de la región, registran actualmente los máximos niveles de riesgo en el epígrafe de contagios entre personas mayores de 65 años. Este colectivo inquieta de manera particular a las autoridades sanitarias, en la medida en que constituyen el sector de población más vulnerable ante la acción del coronavirus y con más posibilidades de acabar ingresados en las unidades de cuidados intensivos (UCI) de los hospitales. La Consejería de Salud notificó ayer 356 nuevos casos de covid-19 diagnosticados el viernes. Es la cifra más alta desde que el pasado 24 de noviembre se detectaran 400 positivos. De los diagnosticados anteayer, 84 son mayores de 65 años. Se llevaron a cabo 4.217 pruebas de diagnóstico (PCR y antígenos) con una tasa de positividad del 10,1 por ciento, el doble de lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece como umbral para considerar que una epidemia está bajo control. El viernes se produjeron en los hospitales asturianos 43 ingresos en planta y 6 en UCI, y se registraron 43 altas. En el conjunto de la región hay actualmente 224 pacientes hospitalizados en planta con confirmación o sospecha de covid-19 (este epígrafe ha bajado momentáneamente) y otros 62 que permanecen en UCI (cinco más que el jueves). Además, hay 81 enfermos entre el Centro de Discapacidades Neurológicas (Credine) de Barros (Langreo) y el hospital de campaña instalado en la Feria de Muestras de Gijón. Por otra parte, el viernes falleció un varón de 85 años por covid.