De nada sirvió la oposición de Asturias, de Castilla y León, de Galicia y de Cantabria. Finalmente en la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad, órgano en el que están representados el Gobierno y las comunidades autónomas, ha salido adelante la prohibición de cazar lobos en toda España. En realidad. en gran parte del país ya estaba en vigor dicha prohibición y ahora, con la nueva instrucción, la medida se extenderá a las provincias al Norte del Duero.

La protección efectiva del lobo será posible al haber quedado incluida, tras una votación ajustada dentro de la comisión, en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, lo que en la práctica significa que se prohíbe su caza deportiva. En Asturias el Gobierno regional se había manifestado expresamente a favor de una gestión singular, sin llegar nunca a la protección integral, para evitar los daños que se atribuyen al lobo en muchas zonas rurales. Una posición que llevó a que Barbón recalcara ante sus compañeros del Gobierno central que la gestión del lobo y el mantenimiento de la ganadería extensiva era un compromiso electoral del PSOE de Asturias. Una batalla que ahora ve perdida el Gobierno asturiano.

Según explicó en un comunicado Ecologistas en Acción, "hoy es un día histórico en la protección del lobo" porque, tras años de movilizaciones sociales y denuncias de las organizaciones ecologistas, la mayoría de las comunidades autónomas y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico han decidido iniciar el proceso para protegerlo". La organización instó a las comunidades autónomas al norte del Duero que "desde hoy mismo" dejen de autorizar la actividad cinegética, se persiga su caza ilegal y colaboren con los ganaderos en fomentar la coexistencia entre el lobo y la ganadería con el fin de evitar o reducir los ataques lobunos al ganado, con métodos como el uso de perros mastines, una mayor vigilancia del ganado o la recogida nocturna de éste.

"Hoy es un día histórico para la conservación de la biodiversidad en nuestro país", dijo por su parte el secretario general de WWF, Juan Carlos del Olmo. "Esperamos que sea un primer paso para cambiar al actual modelo basado en la persecución y muerte del lobo, para dejar paso a uno nuevo, más propio del siglo XXI, centrado en la conservación de la especie y en la coexistencia con las actividades humanas. Desde WWF seguiremos trabajando para conseguirlo", añadió.

Por parte de las comunidades contrarias, quien ya se ha pronunciado ha sido el consejero de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, quien ha avisado -lo hacía antes de que se produjera la votación- de que si se aceptaba la propuesta "ideológica" de una organización ecologista de incluir al lobo como especie de protección especial al norte del Duero habría una "batalla importante" de Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria en contra de la decisión.

Suárez-Quiñones se ha referido así a la propuesta que va a significar "de facto" que el lobo no se puda ecazar al norte del Duero y será, dijo, "ir más allá" de la Directiva Hábitat de la Unión Europea, algo en lo que están "total absoluta y radicalmente" en contra, pero Castilla y León, sino Galicia, Asturias y Cantabria, donde se encuentra el 98 por ciento de la población lobera. Para el portavoz castellano la aprobación de hoy "`puede suponer un ataque absoluto" a los intereses del desarrollo rural de estas zonas, a su ganadería y, en definitiva, a sus "intereses generales", al igual que de las otras tres comunidades del noroeste.

En este contexto, ha asegurado que el lobo está gestionado "con sensatez" y "de forma ordenada" por las cuatro comunidades y no hay razón de conservación en esta propuesta, sino que es "ideológica", porque considera que el cánido está "absolutamente conservado", incluso en una expansión "desordenada", al haber poblado nuevos territorios donde nunca ha estado.