El Gobierno español incumple la directiva europea para la conservación del lobo, porque no está garantizando que goce de un “estado de conservación favorable”, denunció ayer la organización internacional WWF, que ha recogido ya cerca de 30.000 apoyos para su campaña “Yo defiendo al lobo”.

WWF ha terciado en la polémica generada por la reciente propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica de incluir al lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) en toda España, y no solo al sur del río Duero como hasta ahora. El colectivo conservacionista resaltó que el último “Informe de la Naturaleza” de la Comisión Europea, publicado el año pasado, alerta del estado de conservación “desfavorable-inadecuado” del lobo ibérico.

Según WWF, el objetivo marcado por la UE obliga a dotar de “una única figura de protección a toda la población mediante la inclusión del lobo en el Lespre, y comenzar a trabajar de forma coordinada y homogénea con toda la población ibérica, lo que no solo incluye a todas las comunidades autónomas, sino también a Portugal”.

WWF apuesta por la protección del lobo, pero también “por una coexistencia con el sector ganadero para paliar posibles daños, con las necesarias medidas preventivas”. Cree que la gestión actual del lobo está fracasando porque se basa “en la persecución de la especie, principalmente a través de la actividad cinegética, con lo que ni se cumple la Directiva Hábitats europea de conservación de la naturaleza, ni se afronta el problema de los daños”.

La organización profesional agraria COAG, por otro lado, promueve entre los ganaderos de Castilla y León la presentación de alegaciones contra la normativa que prevé garantizar la protección máxima del lobo ibérico en España.