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Alivio entre los estudiantes asturianos que viven fuera: “No dejarnos volver a casa en Semana Santa era una barbaridad”

Los jóvenes que están estudiando carreras en otras comunidades aseguran que tomarán precauciones antes de ver a sus familias: limitarán sus contactos e incluso algunos tienen pensado hacerse una prueba PCR aunque no sea obligatorio

En los círculos, de izquierda a derecha, Teresa González-Quirós, María Doce Menéndez y María José Cerqueiro

Los estudiantes asturianos respiran con alivio tras conocer que se hará una excepción con ellos permitiendo su movilidad entre comunidades autónomas para que puedan regresar a casa con sus familias durante las vacaciones de Semana Santa. Eso sí, aún les queda por saber si el Principado establecerá o no como requisito una prueba PCR de diagnóstico para que puedan entrar en territorio asturiano.

A la gijonesa María José Cerqueiro, de 22 años, la pandemia ya le obligó a suspender antes de tiempo su año de Erasmus en Reino Unido el curso pasado, pero al menos ahora respira más aliviada sabiendo que podrá regresar desde Madrid unos días a casa durante las vacaciones primaverales. La estudiante, que cursa el cuarto año de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la capital española, llevaba días esperando que se confirmase la apertura temporal de fronteras, una medida que considera “lógica”. “Cuando se hablaba de que tal vez no se iba a permitir me parecía una barbaridad. Solo queremos volver a casa unos días a ver a nuestros padres”, razona.

En su caso, la posibilidad de que a toda la comunidad estudiantil se les vaya a exigir una PCR tampoco supone un problema. “Mis compañeras de piso y yo ya lo habíamos pensado, es un requisito lógico y muchos jóvenes ya tenían previsto hacerlo por su cuenta y pagando la prueba de su bolsillo. Creemos que poder ver a nuestras familias unos días es un derecho que tenemos, me alegro de que no vaya a haber problemas”, señala. A ella, en realidad, volver a su domicilio gijonés unos días no le supone mayor inquietud. Toda su familia, estando ella en Madrid, se infectó y superó el coronavirus en noviembre sin que ninguno precisase acudir al hospital. “Fue un gran susto en su día, pero ahora al menos tengo menos miedo de contagiarles. En Navidad fui también a casa y me hice la PCR nada más bajarme del autobús”, recuerda. Considera Cerqueiro que todavía impera una “mala fama” en el comportamiento de los jóvenes que es, a su juicio, injustificada. “Estoy un poco harta de esos comentarios. Muchos ya sabemos que por ser jóvenes tenemos más posibilidades de ser asintomáticos y que hay que tener cuidado. Nosotros también tenemos cabeza y tenemos familia y, obviamente, no queremos que les pase nada”, opina.

"En Navidad fui también a casa y me hice la PCR nada más bajarme del autobús"

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“Teníamos mucha incertidumbre cara a la semana santa, porque el colegio mayor en el que resido en Madrid cierra esos días, y si no me dejaban volver me quedaba, entre comillas, en la calle”. Ese era el panorama que afrontaba Teresa González-Quirós, ovetense de 19 años que estudia en el Instituto Católico de Administración y Dirección de Empresas (ICADE). “Mis padres estaban muy pendientes de lo que podía pasar, pero al final permiten el traslado e iré para Asturias”, añade la estudiante.

En el caso de Teresa González-Quirós, el temor al contagio es relativo, ya que pasó el covid recientemente. “Me contagié a principios de febrero, el día 2. Lo pasé asintomática, estuve confinada en mi habitación del colegio mayor pero estuve bien”, explica. “El problema es que tampoco sabemos si te puedes volver a contagiar, así que tomaremos precauciones en cualquier caso. Mi hermano estudia también en Madrid, Medicina, y al menos los primeros días limitaremos el contacto. En Oviedo, cada uno tenemos nuestra habitación y lo que haremos será comer a horas distintas”, avanza.

“La semana antes de volver a Asturias limitaremos el contacto social, aunque la gente de mi ambiente tiene mucho cuidado"

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Antes de emprender el viaje, que completará seguramente en tren, Teresa González-Quirós también prevé tomar ciertas precauciones: “La semana antes de volver a Asturias limitaremos el contacto social, aunque la gente de mi ambiente tiene mucho cuidado. Andamos siempre con mascarilla, e intentamos no salir mucho del grupo de amigos para que los contactos sean los menores posible fuera de ese entorno”.

María Doce Menéndez es una langreana de 22 años que estudia Medicina en Santiago de Compostela. Tiene pensado regresar a La Felguera en Semana Santa si se mantiene la idea de permitir los viajes a los universitarios: “Sigo todavía pendiente de lo que pueda pasar. Por lo que dicen, se recomienda a los universitarios que no volvamos a casa en Semana Santa, pero es un poco duro pedirnos eso porque pasamos mucho tiempo fuera de casa. Y, con los datos sobre la mesa, los contagios están bajando. Aquí en Galicia al menos está pasando y el proceso de vacunación está avanzando”. 

“A nosotros nos hacen cribados masivos en la Universidad y, en mi caso, me hacen también PCR para hacer las prácticas en el hospital"

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Doce argumenta que “a nosotros nos hacen cribados masivos en la Universidad y, en mi caso, me hacen también PCR para hacer las prácticas en el hospital. A casa vas con seguridad y con una tranquilidad relativa porque piensas: soy responsable, estoy haciendo las cosas bien y no salgo de fiesta. Me paso todo el tiempo casi confinada porque las clases son presenciales solo una semana de cada cuatro. Sería muy poco probable que pasara, aunque siempre está el miedo de pensar si voy a ser yo la que vaya a meter el virus en casa. Y también está la incertidumbre de saber si voy a encontrar autobús, porque han reducido mucho los servicios”, confiesa.

Una información elaborada por F. TORRE (Oviedo), S. F. LOMBARDÍA (Gijón), M. Á. GUTIÉRREZ (Langreo)

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