Las consecuencias negativas indirectas de la pandemia de covid-19 van conociéndose de manera paulatina. Una de ellas impacta sobre el cribado de cáncer de colon. En Asturias se llevaron a cabo, a lo largo del año pasado, 12.928 pruebas de detección precoz, algo más de la cuarta parte de las realizadas en 2019 (que habían sido 45.117). ¿La causa? Principalmente, el miedo de los usuarios a acudir a citas en los centros sanitarios y el recorte de actividad registrado en el sistema de salud en todo el abanico de patologías ajenas al coronavirus.

Estas cifras fueron facilitadas ayer por la delegación en Asturias de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) con motivo de la celebración, hoy, del Día Mundial del Cáncer de Colon. La citada organización subrayó “la inequidad en los programas de cribado de cáncer de colon en España” y reclamó que “se mantengan a pesar de la pandemia”. “El porcentaje de población no invitada a participar en los cribados de cáncer colorrectal en el año 2020 osciló entre el 30 y el 90 por ciento, entre las diferentes comunidades autónomas, debido al covid-19”, señaló la AECC.

Con todo, la situación de Asturias no es mala. Se trata de una de las comunidades autónomas en las que “el plan de cribado está implantado en todas las áreas sanitarias”. El año pasado se invitó a 58.115 personas a hacerse la prueba de sangre en heces. En 2019 se había convocado a 126.191 usuarios.

El cáncer de colon es el tumor de mayor incidencia en España, con 38.790 casos el año pasado entre hombres y mujeres. En Asturias, se detectaron 1.065 enfermos nuevos. El programa preventivo vigente en el Principado se dirige a la población de 50 a 69 años. El test busca la presencia de sangre oculta en heces. De no haber evidencias, el usuario vuelve a ser convocado para repetir la prueba al cabo de dos años. De haberlas –se estima que en torno a un 7 por ciento da positivo–, se les recomienda someterse a una colonoscopia entre un mes y seis semanas después de obtener el resultado del laboratorio. “La detección precoz disminuye la mortalidad a corto plazo entre un 30 y un 35 por ciento. En España, esto equivale a salvar unas 4.000 vidas”, destacó la AECC.

Según la Asociación Española de Coloproctología (AECP), los programas de cribado evitan el 60 por ciento de las muertes por cáncer de colon, aumentan en seis veces la probabilidad de supervivencia y, además, el 90 por ciento de los casos se curan si se diagnostican precozmente.

Baja participación

La AECP, junto con la asociación Europa Colon España, subraya que el cáncer de colon es el segundo tipo de tumor que más muertes origina, después del de pulmón. En concreto, cada día se diagnostican 106 nuevos casos y se producen en torno a 43 muertes a causa de la enfermedad. Aunque la Unión Europea ha fijado en el 65 por ciento de la población de riesgo (50-69 años) la tasa óptima de participación en los programas de cribado, desde ambas entidades advierten de que el 44 por ciento de los españoles recibe la invitación para realizarse estas pruebas de diagnóstico y solo el 20 por ciento acude. Solo en la UE se estima que hasta 80.000 vidas podrían salvarse al año si se aumentaran los diagnósticos en estadio I de la enfermedad, pasando del actual 14 por ciento a un 50 por ciento sobre el total de los casos.

Por otra parte, un estudio del Hospital Parc Taulí, de Sabadell, ha concluido que las personas con cáncer colorrectal tienen más probabilidad de sufrir una infección grave por covid-19. El informe ha revelado que un 21 por ciento de los pacientes con este tipo de cáncer sufrieron de manera más severa el virus.

En cifras


  • 12.928 pruebas de heces en Asturias en 2020. El año anterior habían sido casi el cuádruple, 45.117; la bajada es un efecto indirecto de la pandemia
  • 38.790 tumores colorrectales en España. Es el balance de 2020 del cáncer con más incidencia, y segundo en mortalidad, tras el de pulmón
  • 20% de la población de riesgo realiza el test. La UE estima que lo ideal sería que el 65% de las personas de 50 a 69 años se sometieran a las pruebas