Las nuevas medidas de desescalada anunciadas por el Gobierno regional para mañana y a partir del domingo, cuando decaiga el estado de alarma, mantienen en vilo a los hosteleros asturianos. Temen que la flexibilización permitiendo la apertura del interior de sus locales y la ampliación de los horarios, que les permite servir cenas, lleve a los ayuntamientos a eliminar la ocupación de espacio público para que pudieran ampliar las terrazas. El sector reclama que se mantenga esa medida, especialmente de cara al buen tiempo, porque sigue siendo un balón de oxígeno para muchos al no permitir la apertura de las barras, “que son fundamentales para muchos negocios pequeños”, señala.
Las medidas extraordinarias adoptadas por los ayuntamientos asturianos para ayudar a la hostelería de sus municipios, gravemente afectada por los cierres y restricciones de la lucha contra la pandemia, son potestad exclusivamente de los concejos. “Igual que decidieron adoptar esa medida, la pueden eliminar. Cada Ayuntamiento decidirá lo que considere más conveniente”, explicaron desde la Federación Asturiana de Concejos (FACC).
Muchos ayuntamientos han eliminado incluso plazas de aparcamiento para que ese espacio público sea ocupado con terrazas hosteleras. Se trataba de buscar fórmulas que dieran respiro al sector durante las restricciones, y especialmente con el cierre de las barras y el interior de los establecimientos hosteleros.
Distintas fuentes consultadas indicaron que esa medida está ligada precisamente a las restricciones y limitaciones impuestas por el Ejecutivo regional en la lucha contra la pandemia. Pero desde este fin de semana se abre un nuevo horizonte. A partir del viernes se podrán servir cenas con hasta seis comensales por mesa en el interior de los establecimientos hosteleros, que podrán abrir hasta las 23.00 horas. Pero ya el domingo la hora de cierre se amplía hasta las 13.00 horas, al acabar el estado de alarma y el toque de queda.
Fuentes de la patronal Otea indicaron que “las medidas se flexibilizan, pero no acaban las restricciones, por lo que no se entendería que los ayuntamientos decidieran eliminar la ampliación de las terrazas, que son un salvavidas para la mayoría de los establecimientos”.
Asturias tiene registrados unos 3.000 restaurantes y 6.000 bares y cafeterías y un número importante de ellos son de pequeño tamaño. Aunque el Principado haya eliminado el límite de aforo para el sector, en realidad existe, al tener que respetar la distancia de seguridad de metro y medio entre las sillas de las distintas mesas y restringir a 6 los comensales en cada una de ellas. “Para muchos establecimientos es tanto como limitar el uso a la mitad del local e incluso menos. Y ahora que viene el buen tiempo, muchas personas prefieren comer en las terrazas. Quitarlas sería otra carga en la línea de flotación de muchos negocios”, señalaron desde la patronal de la hostelería.
