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Los bares asturianos vuelven a servir cenas entre la incertidumbre y el optimismo: "Necesitamos que los clientes nos ayuden"

"Esperamos que sea el principio del fin", reconocen los hosteleros

Los bares asturianos vuelven a servir cenas entre la incertidumbre y el optimismo: "Necesitamos que los clientes nos ayuden"

Los bares asturianos vuelven a servir cenas entre la incertidumbre y el optimismo: "Necesitamos que los clientes nos ayuden" Vídeo: Amor Domínguez/ Foto: Irma Collín

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Los bares asturianos vuelven a servir cenas entre la incertidumbre y el optimismo: "Necesitamos que los clientes nos ayuden" R. G. / A. D. / P. A.

Había ganas por ambos lados. Los clientes, ateridos de frío en no pocas ocasiones en las terrazas, querían volver disfrutar de una cena en compañía de amigos y familiares. Y los hosteleros necesitaban como agua de mayo (nunca mejor dicho) recuperar parte de una actividad que hace ya más de un año que no ha vuelto a ser la misma por culpa de la pandemia. Los restaurantes y bares asturianos han podido hoy, por primera vez desde octubre, volver a servir cenas en el interior de sus locales. Y lo han agradecido como lo que es: una antesala a la derogación el próximo domingo del Estado de Alarma que restringe la movilidad de los ciudadanos y, en consecuencia, la actividad comercial.

El "alivio" de las restricciones en la hostelería no es el único que se ha podido disfrutar hoy. Las superficies comerciales de la región de más de 300 metros cuadrados también han visto incrementado su aforo hasta el 70 por ciento. Además sus zonas comunes podrán ser utilizadas por la mitad del aforo siempre y cuando no haya reunidos grupos de más de seis personas. Los que no van a ver la luz al final del túnel, al menos de momento, son los dueños de los negocios de ocio nocturno. Las discotecas y los pubs así como las salas de baile tienen que seguir cerrados en Asturias (no así en Galicia o en otras comunidades).

En Oviedo los bares, sidrerías y restaurantes de la capital del Principado retomaron con ilusión el turno de cenas con gran despliegue de preparativos para adaptar los comedores a las nuevas normas, pero descontentos por la confusión generada entre los clientes por los cambios que experimentará el horario de cierre a lo largo del fin de semana. “Como viene siendo habitual se hicieron cambios de manera confusa y precipitada, y eso ha provocado que la gente no tenga claro que puede hacer este fin de semana”, lamentó el presidente de la junta local de Otea, David González Codón. 

En la calle Gascona, calificaron la ampliación de los horarios hasta las once de la noche como “un ensayo” de cara al próximo fin de semana, cuando ya estará vigente la apertura hasta la una. “Hay más reservas, pero como somos una ciudad de servicios, mucha gente sale tarde de trabajar y todavía no les dará tiempo a cenar”, explica el presidente del Bulevar de la Sidra, Pedro Caramés, quien estima necesaria la vuelta de ocio nocturno para alcanzar un nivel aceptable de clientes. “Es un atractivo para sacar a la gente de casa”, explica. En esa zona tomaba algo esta tarde Luis Vallina. Después de 14 días ingresado en el HUCA con Covid pedía a la gente "que sea responsable". De la misma opinión era Luis Núñez, otro cliente. "Estábamos esperando que se pudiera servir en el interior poque con el tiempo nunca sabes".

Juan Carlos Martínez, director de comunicación de Tierra Astur, valoraba lo positivo de "todo lo que sea una flexibilización". "Echamos de menos la barra porque en una sidrería la barra es la vida. La gente está animada y el ruido de las sidrerías es alegría", afirmó. A su lado Florín Berbese y su familia ocupan una mesa de cinco personas: "Es la primera vez q nos podemos reunir para cenar ahora podemos empezar a disfrutar de los familiares".

Paula Berbese Florin Berbese Popescu Cristina Andrea Elena Fernandes y Maria Lis Fernandez Irma Collin

Donde más aumentó la demanda fue en la Ruta de los Vinos. Allí celebran la recuperación del turno de cenas en el interior de los locales, así como su ampliación a seis comensales, pero piden a los clientes responsabilidad. “Necesitamos que nos ayuden, tener más precaución que nunca porque no podemos tirar a la basura todo el esfuerzo económico y personal realizado”, indica el presidente de la Ruta, Edén Jiménez, subrayando que el sector hostelero no puede “actuar como la policía”. 

Rodrigo Suárez, el gerente de Casa Lin, en Avilés, espera que el permiso de apertura de los interiores a la hora de la cena se convierta en “el principio del fin” de la crisis de la hostelería. “Porque todo da y se nota cuando dejas de hacer caja”, recalcó. 

Un hostelero de Avilés espera que esto sea "el principio del fin"

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Hoy no tuvo muchas reservas porque, a su juicio, “era un día raro”: el primero hasta las once de la noche, “pero mucha gente aún no lo sabe”. El fin de semana pasado, el de la inauguración de su terraza -no la ha tenido nunca- vio “una señal”. Hacía fresco, pero “se notaba que la gente quería salir”. Tuvo lleno hasta el momento en que había recoger los bártulos. 

La crisis de la hostelería tiene cara y ojos: son sus trabajadores. Por el momento sólo tiene “ocho a jornada completa y cuatro, a media jornada”. Dice que la posibilidad de ampliar las cenas en el interior le ha permitido “ampliar plantilla, sacar a alguno del ERTE”. No a todos. “Saldrán en cuanto se vea movimiento”. Y cree que a eso ayudará la apertura de las fronteras, la llegada de los turistas. Su casa es uno de los templos de la comida tradicional en Avilés y, por tanto, uno de los atractivos mayores para forasteros. Es optimista: “En unos días esto se ha normalizado”. 

Con los preparativos, “de un día cualquiera”, empezó una tarde noche especial en Siero. Uno de los que empezaba de nuevo esta tarde era Borja Alcázar, tras los fogones y la barra de su restaurante Abrelatas. En la libreta, “ninguna reserva”, así que tocaba “cruzar los dedos” para que alguien se animase. Entre tanto, “la misma preparación que para un servicio de comidas”. 

En todo caso, reconoce que “había muchas ganas de abrir para las cenas de viernes y sábado”. Estos servicios constituyen “una parte importante de la facturación”, pero, en realidad, “lo que más nos perjudicaba era el cierre, la ausencia de facilidades y los retrasos en las ayudas”. 

Javier Pérez Marcos C. M. Basteiro

Con el horizonte despejándose en lo que se refiere a restricciones, Alcázar se pone en manos de la gente: “Veremos cómo responden. Hasta ahora no podemos estar más que agradecidos a la clientela por haber llenado siempre el restaurante”, concluye. 

A pocos metros, en la plaza Les Campes, centro neurálgico de la vida social en la Pola, Roberto Cueto deja todo listo en la cocina de La Terraza para volver a preparar sus recetas en horario de noche. Tiene ya dos reservas en el interior, pero siendo viernes, espera que lleguen más grupos a animarse en el estreno del nuevo horario. “El deseo de normalidad es grande. Llevamos quince meses a medias y estamos agotados psicológicamente”, apunta minutos antes de ponerse en faena. 

Considera que “los clientes están deseando volver a cenar tranquilamente, sin estar apurados y con sobremesa”. Cueto repite la consigna de Alcazar, “esperemos que la gente responda y se hagan las cosas bien, por el bien de todos”. 

Su vecina de restaurante, Loreto García, de El Madreñeru, empieza también a ver la luz. “Estoy muy feliz de que podamos volver y cuando ya se pueda a la una, es un horario suficiente para una sidrería”. Eso sí, deja un mensaje de recuerdo para sus compañeros hosteleros que no tienen tanta fortuna: “Hay que recordar al ocio nocturno, que lo está pasando muy mal y lo que se les está haciendo no es de recibo. Esperemos que pronto les puedan dejar, aunque sea, hasta las tres”, concluye. 

En El Reundu de Campomanes (Lena), uno de los restaurantes con parada casi obligada en las Cuencas, había trajín ya por la mañana: “La apertura del interior para las cenas es una alegría, llevábamos mucho tiempo esperándolo”, afirmó Javier Pérez Marcos. Es camarero en el establecimiento lenense desde hace trece años. Suma cerca de dos décadas en hostelería: “Nunca vivimos una crisis como esta, merecíamos ya un alivio todos los que trabajamos en el sector”. 

En el oriente de Asturias, todos los hosteleros apuntan a la salud como “su preocupación primordial”, insistiendo en que su sector no es el único foco de contagio y en que las medidas restrictivas no están necesariamente relacionadas con el descenso de los contagios. “Hay que tener cuidado de cara al verano, tenemos que garantizar la subsistencia del negocio y no nos podríamos permitir un cierre en julio y agosto”, apunta Emiliano Aramburu, de la Sidrería El Llagar, en Panes (Peñamellera Baja), “aunque se rebajen las restricciones ahora no habrá tanta diferencia en cuanto a ingresos”, añade.

El gran horizonte del 9 de mayo ilusiona y preocupa al mismo tiempo. La posibilidad de recibir más clientela se ve como algo positivo que pueda salvar los meses de cierre pero inquieta el posible aumento de contagios. “Llegando la temporada alta no se puede medir igual porque la población se triplica, hay más posibilidad de contagio en el mismo territorio y no se pueden interpretar los datos de la misma forma que ahora”, indica desde Llanes Javier Garaña, presidente de la Asociación Llanisca de Restaurantes y Sidrerías (Allares). En Ribadesella ya apuntaban hace unos días al alivio que supondría la liberación de medidas restrictivas, “hay que acatar las normas, aunque esto será menos duro cuando desaparezcan las medidas covid”, aseguraba José Manuel Llera, de Sidrería La Marina.

Los hosteleros del Oriente, que se muestran “más unidos que nunca” saben que podrán abrir hasta las once de la noche para las cenas, aunque a esa hora todo el mundo tenga que estar cumpliendo con el toque de queda. Todos, menos los del concejo llanisco, que no podrán abrir el interior debido a las restricciones por el nivel 4+ de riesgo extremo, lo que para José Alberto Concha, presidente de OTEA Llanes es un “disparate” y para Javier Garaña, presidente de Allares, un “auténtico despropósito”, piden más empatía al Gobierno y una rectificación para “unas medidas más humanas que eviten los dramas personales que están viviendo los pequeños empresarios y los negocios familiares”.

Nuevas restricciones en Asturias tras el estado de alarma

Desde el 7 de mayo

Ampliación horarios hostelería

Ajuste de los horarios en hostelería. Se podrá consumir en el interior de los bares hasta las 23:00 horas en mesas de un máximo de seis personas.

Se incrementa el aforo al 70 por ciento en superficies comerciales de más de 300 metros cuadrados

Se incrementa el aforo al 70 por ciento en superficies comerciales de más de 300 metros cuadrados. Además, en zonas comunes se permite la mitad del aforo, siempre y cuando no haya grupos de más de 6 personas.

Aumenta al 50 por ciento el aforo en centros de mayores

Aumenta al 50 por ciento el aforo en centros de mayores.

Ampliación horarios hostelería

Permanecerá suspendida la actividad en discotecas, salas de baile, tablaos flamencos, locales con música amplificada, salas de conciertos, parques de atracciones, etcétera.

Ampliación horarios hostelería

Las visitas guiadas a museos, salas de exposiciones, galerías de arte, monumentos, cuevas y yacimientos arqueológicos se podrán realizar en grupos de hasta 15 personas en interiores y de 30 en exteriores.

Ampliación horarios hostelería

Los eventos multitudinarios no estarán permitidos, a la espera de que el Ministerio de Sanidad apruebe el nuevo protocolo que los regulará.

Ampliación horarios hostelería

El aforo en conferencia y congresos se amplía a 300 personas, siempre en butaca preasignada y con medidas de seguridad, incluida la distancia interpersonal.

Desde el 9 de mayo

Se elimina el toque de queda

Se elimina el toque de queda.

Ampliación horarios hostelería

Ajuste de los horarios en hostelería. Se podrá consumir en el interior de los bares hasta la 1:00 horas en mesas de un máximo de seis personas.

Los eventos multitudinarios siguen sin estar permitidos pero el aforo en conferencias y congresos de todo tipo de eleva hasta las 300 personas "siempre que haya butaca preasignada y con medidas de seguridad incluida la distancia interpersonal".

¿Y luego?

A partir de las 00 horas del domingo todo cambia a pesar de que, tal y como llevan días alertando las autoridades, "el virus sigue circulando". Se va a eliminar el toque de queda y el cierre perimetral y se amplían los horarios de hostelería hasta la una de la madrugada.

Hoy 66 casos

La Consejería de Salud ha confirmado 66 nuevos casos de coronavirus detectados ayer, jornada en la que se produjeron 15 ingresos en planta y ninguno en UCI, y se registraron 13 altas hospitalarias. Actualmente, hay 135 pacientes hospitalizados con confirmación o sospecha de covid-19 y otras 47 personas permanecen en unidades de cuidados intensivos. Ayer no se produjo ningún deceso. El Sespa realizó el jueves 3.464 pruebas de coronavirus y la tasa de positividad se situó en el 3,38%.

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