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En corto y por derecho

Margarita Salas se superpone a Rocío Monasterio

Margarita Salas.

En todas las casas cuecen habas. Sabio refrán popular que viene a cuento para hablar del fallo, dicho con cariño, de los colegas de “El País” en su revista dominical, concretamente en un reportaje dedicado a la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Este redactor lo descubrió a primera hora de ayer, al igual que otros compañeros del gremio madrugadores y a los que les gusta estar bien informados. El error en cuestión es que en el lugar de una foto en la que debería salir Ayuso con la portavoz de Vox en la Asamblea de Madrid, Rocío Monasterio, se coló otra que nada tenía que ver con el asunto: de la científica asturiana Margarita Salas. La mayoría, los ajenos al gremio periodístico, se preguntarán que cómo pasa eso. Pero los que somos del oficio lo tenemos claro, cristalino, más que nada porque a todos nos ha pasado alguna vez. Las prisas nunca fueron buenas, menos en esto del periodismo, por mucho que el horario de cierre apremie, cada vez más, y los jefes no hagan otra cosa que insistir con eso de “¡venga esas páginas, ya tenían que estar camino del quiosco!”. Sí, sí, las páginas pueden ir rápido camino del quiosco, aunque otra cuestión es en qué condiciones.

En el caso que nos ocupa, se ve que los colegas de “El País” usaron para el reportaje de Ayuso una maqueta de otro anterior en el que salía Margarita Salas, y al vaciar el contenido de las cajas se les quedó, sin darse cuenta, la foto de la añorada científica de Canero (Valdés), fallecida hace casi dos años. Ay, esas prisas... Lo dicho, a todos nos pasa, nos ha pasado y nos pasará. Solo queda pedir a los lectores comprensión. Ya lo dice el refrán: mal de muchos, consuelo de tontos.

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