Asturias alcanza el 70 por ciento de la población vacunada (pero aún necesita más para la inmunidad de grupo)

El consejero de Salud llama a no bajar la guardia con la vuelta del público a los estadios

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Vacunas / JCCM

R. G. / P. A. / E. M. CH.

Después de las 8.826 vacunas administradas ayer Asturias ya ha conseguido, tal y como señaló esta mañana el consejero de Salud en una comparecencia en la Junta General del Principado, tener al 69,9 por ciento de su población total con la pauta completa. El Principado habría logrado, por tanto, la llamada inmunidad de grupo. Pero, a pesar de ser un buen dato, no es suficiente. Los epidemiólogos llevan semanas asegurando que la presencia de nuevas variantes del coronavirus como la delta (hasta tres veces más contagiosa que la cepa original) obligan a aumentar las inmunizaciones. En total ahora mismo Asturias tiene más de 700.000 personas con la pauta completa y 812.000 con al menos una dosis.

En el conjunto de España se ha inoculado una media de 2,8 millones de dosis semanales en los 15 días centrales del verano, según el Ministerio de Sanidad. Este dato supone aproximadamente una media diaria de 400.000 pinchazos, en las semanas de mayor movilidad por las vacaciones de verano. Se trata de números alejados de los récords que España batió recientemente en su campaña de vacunación: más de 4 millones de dosis en una semana y 765.399 pinchazos en un día, ambos la primera semana de julio. En Asturias se ha pasado de unas 80.000 vacunas semanales en junio y la primera mitad de julio, a unas 40.000 en agosto, al disminuir los envíos del Ministerio.

"No podemos bajar la guardia en los próximos días en donde, por ejemplo, volverá el público a los estadios. Seguimos volcados en la vacunación pero sin olvidar de las medidas no farmacológicas que impiden contagios", relató el consejero Pablo Fernández Muñiz.

El umbral exacto de personas que necesitan ser inmunes para lograr la protección colectiva depende de varios factores. Por una parte, del número básico de reproducción (R0) de cada agente patógeno. O sea, del número de contagios que genera cada infectado. Como resulta fácil deducir, esta cifra varía en función de que la cepa del virus pueda ir evolucionando hacia variantes más o menos transmisibles. En el momento actual, la variante delta (o india) del coronavirus es la que circula con mayor profusión y la que amenaza con echar abajo buena parte de las predicciones realizadas. En el actual contexto de Asturias, los técnicos de la Consejería de Salud cifran en 4 el número R del virus causante del covid-19.

Otros factores que inciden sobre la inmunidad de grupo son la eficacia de la vacuna (se trabaja sobre una tasa genérica del 90 por ciento) y la duración de la protección que genera. También influye el mayor o menor grado de apertura de la comunidad humana que se estudia. Si esa población es más abierta, si registra un mayor trasiego de entrada y salida, entonces será necesaria una mayor tasa de vacunados para alcanzar la inmunidad colectiva.

Un elemento adicional de gran relieve para la protección colectiva es que la vacunación tenga una aplicación homogénea entre los diversos estratos de la población sobre la que se actúa. Este requisito se comprende con facilidad al observar lo sucedido en las semanas pasadas con la denominada “ola joven” de la pandemia, en la que se puso de relieve que un colectivo de edades similares con tasas muy bajas de vacunación puede dar lugar a una explosión de contagios

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