La Universidad de Oviedo entró ayer, a cuatro días del inicio de las clases, en su escenario verde o de presencialidad plena. Eso sí, será una vuelta a las aulas “con cautelas”, como recalcó en los últimos días el Rector, Ignacio Villaverde. Los estudiantes están “eufóricos” con el regreso a los campus, tras sufrir un pasado curso de clases mayoritariamente online, que provocaron en la mayoría de los casos “desmotivación”.
Ayer, la institución publicó unas instrucciones finales, firmadas por el Delegado del Rector para la Coordinación Biosanitaria y de la Salud, Miguel del Valle. En ellas se “recomienda” mantener en las aulas un asiento libre entre los estudiantes, a pesar de que el escenario verde no impone ninguna distancia de seguridad y permite ocupar el cien por cien de las instalaciones universitarias. En los centros en donde no se pueda guardar esa separación, recoge el texto, se reforzarán las medidas técnicas. Es decir, ventilación natural o mecánica y medidores de CO2. En los laboratorios y aulas con equipamientos compartidos se pide extremar la vigilancia para que no se produzcan aglomeraciones de riesgo de más de seis alumnos.
El Rectorado aconseja al profesorado, por otro lado, que retransmita las clases en streaming y facilite al alumnado su grabación.
